La (contra)creencia nietzscheana: perspectivismo contra fanatismo desde el libro V de La gaya ciencia.

AutorRodriguez Gonzalez, Mariano
CargoEnsayo critico

[The Nietzschean (Counter)-Belief: Perspectivism against Fanaticism from Book V of The Gay Science]

No nos dejemos enganar: los grandes espiritus son escepticos. Zaratustra es un esceptico. La fortaleza, la libertad que procede de la fuerza y la superfuerza del espiritu se prueban mediante la skepsis. Las personas de conviccion no se han de tener en cuenta en modo alguno en todo lo que es fundamental sobre el valor y el no valor. Las convicciones son prisiones. (El anticristo, en adelante: AC, [seccion] 54, 757; (1) Samtliche Werke. Kritische Studienausgabe, en adelante: KSA, 6.236)

  1. Creencia

    1.1. La palabra "creencia" se refiere en castellano (o en aleman) tanto a la opinion o doxa, en el sentido epistemico del termino, como a la fe religiosa. No la utilizare aqui como cuando decimos "creo que con este sacacorchos podremos abrir la botella de vino", aunque este tipo de creencias tengan, desde luego, su valor pragmatico en la vida cotidiana. Pero tampoco me referire en particular a la fe religiosa, sino, en general, a la creencia en el sentido de conviccion: un tener y mantener por verdadero (2) que es importante para nuestra vida porque la sujeta de un punto de amarre mas o menos estable, haciendo con ello que pueda discurrir por un surco relativamente definido. Las creencias o convicciones sirven entonces para dar orientacion a nuestra vida personal. (3)

    Por lo tanto, deseamos presuponer que el medio natural inmediato de la existencia humana seria, hasta cierto punto, el devenir, el caos, la deriva; pero tambien que en ese puro dionisismo no se podria vivir. (4) Asi que resulta necesario ese punto de amarre, la creencia como conviccion. Ademas, tendriamos que partir de un marco de creencias compartido, para tener derecho a esperar algo concreto de los demas pero tambien de nosotros mismos. (5) Entonces, lo que hay que advertir es que las creencias instauran una regularidad que de suyo no hay, pero sin la cual la vida humana no seria posible. Por eso tenemos que construir esta regularidad para poder llevar una vida como la humana. (6) Por lo tanto, las creencias son guias para la accion en general, puesto que nos presentan lo que para nosotros valdra como lo real, aunque las maneras que tienen unas y otras de darle sentido a nuestra practica son diferentes. (7)

    Ofrecere a continuacion ejemplos de esta clase de persuasiones que nos importan vital o existencialmente y que he llamado "convicciones" --son los mismos ejemplos de Nietzsche en el aforismo 347 de La gaya ciencia (en adelante: GC)--: creer en un dios, en un lider, en una clase o en un grupo, creer en un medico, en un confesor, en un dogma, creer en una conciencia de partido (tener por verdadero lo que estos sujetos dicen). Antes que nada, hay que reparar en que estos ejemplos son, sin excepcion, perfectamente claros, y anadire que lo son con toda intencion, pues apuntan al hasta ahora unico modo de entender las creencias, es decir, como creencias epistemicas que aspiran a la verdadadecuacion, a convertirse en conocimiento. Asi que el punto de amarre estaria en todo caso ya dado en lo que de verdad hay; tan solo habria que encontrarlo para sujetarse a el.

    Sin embargo, una cosa son las creencias en el sentido tradicional, y otra diferente las creencias en el sentido nietzscheano; por eso las podemos llamar incluso "contracreencias". Es la diferencia que separa el tener por verdadero X, que en el lenguaje del filosofo aleman supone "obediencia", del hacer verdadero X, que tambien podemos llamar proyecto de accion, o simplemente voluntad, y que en el lenguaje de nuestro filosofo supone "mandato". Para decirlo de otra manera, se subraya la diferencia entre los juegos de lenguaje del encontrar y del hacer, del descubrir y del construir, entre los actos de habla constatativos y los performativos. (8) Pero parece que, con estos ejemplos, Nietzsche nos pone frente a una clase de creencias que habria que entender en el sentido tradicional o dogmatico, no tanto porque se pretendan indiscutibles, sino porque solo serian interpretables desde el punto de vista de encontrar o descubrir algo, de haber constatado que tal y tal es el caso. Y es que aquel que cree en lo que le dicta su conciencia de partido tiene y mantiene por verdadero el contenido de su creencia en un sentido realista. Es decir, esta convencido de que su creencia refleja fielmente la estructura de "lo real". Lo mismo vale para quien cree en lo que le sugiere o le dice de manera abierta su confesor o su lider, pero tambien su medico: en este ultimo caso, estariamos ante ese "impetuoso anhelo de certeza que se descarga hoy de modo cientifico-positivista en amplios sectores" (GC [seccion] 347, 863; KSA 3.581). Por lo demas, subrayo que creer en lo que te dice tu confesor es equiparable a creer en lo que te dice tu medico: en caso de que no lo tengas en cuenta y desobedezcas, irias derecho al infierno o a la enfermedad.

    Da toda la impresion de que, con su satira del creyente como obediente, Nietzsche aboga simplemente por la liberacion de toda creencia, de toda creencia entendida, por supuesto, en este sentido usual, puesto que en el toda creencia implica tomar y mantener como verdadero un contenido proposicional, o sea, implica la actitud de "obediencia", de dejarse guiar. Sin embargo, se sabe que el filosofo desmonta la validez de la idea de verdad como adecuacion, de modo que esa aparente liberacion no es el ultimo objetivo, y no solo porque no se aspire a eliminar toda obediencia del ambito de las relaciones humanas, cosa imposible y ademas inconveniente, sino porque se rechazaria de plano, en particular, la creencia en la no creencia caracteristica de los nihilistas o anarquistas "segun el modelo de San Petersburgo" (GC [seccion] 347, 863; KSA 3.582). Si se tratara de la mera increencia, el pensamiento nietzscheano seria simplista y no mereceria que le dedicasemos tiempo y esfuerzo por ser, entre otras cosas, conscientemente autocontradictorio. Pero el argumento contra Protagoras no puede aplicarse a nuestro filosofo, porque en rigor no es un relativista en el sentido tradicional del termino, (9) ni habria que ver en el al simple responsable de la inversion de la tradicion metafisica que la llevaria a su acabamiento, permaneciendo entonces en su interior, como pretendio Heidegger.

    De lo que si quiere despedir Nietzsche a sus espiritus libres, pero solo a ellos, es de ese entendimiento tradicional de las creencias como obediencias. Esto significa desplazarse del juego de lenguaje del encontrar al del hacer, de los actos de habla constatativos a los performativos. En definitiva, una transmutacion o transvaloracion de la doctrina tradicional de la verdad. (10) Pero para comprender esto bien hay que poner en relacion la subversion que aqui se propone del sentido usual de las creencias con la hipotesis hermeneutica de la voluntad de poder, porque ya hemos visto que el obediente es creyente. Es decir, el creyente en el sentido habitual, en el sentido "metafisico" o del viejo entendimiento de la verdad, seria aquel que, como no es capaz de llevar su voluntad a las cosas, se tiene que imaginar que ya habria una voluntad en ellas. Todo se resume entonces en la suprema cuestion jerarquica, pero en el fondo ludica, del mando y la obediencia, (11) porque resulta que es creyente, o "buena" persona, aquel que ha llegado a la conviccion basica de que se le tiene que dar ordenes (GC [seccion] 347, 864; KSA 3.583). (12) Segun Nietzsche, la metafisica como doctrina de los dos mundos, y con ella la doctrina correspondentista de la verdad, abarcaria toda la epoca del ser humano como tal. Es decir, la epoca del obediente que necesita suponer que las cosas son de una manera y no de otra y, en consecuencia, el problema del conocimiento, estriba en la posibilidad de reflejar de manera representativa cual es esta manera de ser de las cosas con el unico fin de ajustarse a ella. Guiarse en definitiva por la voluntad de Dios o, si no, de la Naturaleza. Sin embargo, Nietzsche dice al oido de sus espiritus libres que no se trata de que las cosas sean asi y asi, sino de que nosotros queramos que lleguen a ser asi y asi: la distancia jerarquica que separa la voluntad debil de la fuerte, al creyente tradicional del creyente nietzscheano, o mejor, del contracreyente, seria en definitiva la cuestion esencial. (13)

    No se trata, pues, de eliminar toda creencia. Eso seria ademas inviable y, en el fondo, absurdo porque sin ellas no podriamos vivir como los animales sociales que somos. Se trata de llegar a entender el "tener por verdadero X " en el sentido correcto de un "decidir" que una creencia determinada "sea verdadera". "No volverse consciente de algo, sino antes bien un determinar activo." Tengamos en cuenta que hasta el creyente en el sentido usual habria tomado la decision de creer, segun nos dice Nietzsche. Contra su alarmante propuesta se dira, y no sin razon, que en la naturaleza de la creencia se incluye entenderla en el sentido de la idea tradicional de verdad. Pero ese seria nada mas que el sentido prenihilista fundado en la gramatica: esa impresion tan poderosa del lenguaje corriente es lo que justo desafiaria el "espiritu libre", y es que creer en el Ubermensch no significa sino decirnos: "!Ahora queremos que viva el Ubermensch!", ya que han muerto todos los dioses, es decir, todo creer habria mostrado al final su significado verdadero. Y este descubrimiento de que creer en el ultrahumano significa querer al ultrahumano (14) es en buena medida lo que convertiria al humano en ultrahumano.

    Habria sin duda unos "creyentes nietzscheanos", una fe que podemos llamar nietzscheana; pero esa fe solo se puede entender, por supuesto, no en un sentido metafisico, no en el sentido de descubrir nada, sino en el del hacer y el decidir (la que tendre que denominar, caracterizandola sobre todo al final de este trabajo, fe dionisiaca). (15)

    Por otra parte, es necesario senalar que este nuevo entendimiento del creer no es...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR