Crecimiento e inflación; retos del pacto

AutorHilario Barcelata Chávez
Páginas95-96
La Economía Mexicana. Crisis y reforma.
.
Hilario Barcelata Chávez
95
pagarlo a 2,796 pesos. Lo que quiere decir que el peso sufrió una devaluación en
estos 10 años de aproximadamente de 12,000%, sin que, por otro lado, los indicadores
del sector externo mejoren en forma alguna por el contrario, mientras que en 1982 el
país tuvo un saldo favorable en la balanza comercial de 6,792.7 md, en 1989 dicho
saldo se derrumbó riesgosa y estrepitosamente hasta convertirse en un déficit que
alcanzó la suma de 644 md.
El rosario de números, cifras y datos que evidencian un total y profundo
desquiciamiento y deterioro de la economía mexicana podría seguir interminablemente.
Basta decir que por lo dicho aquí y por mucho más la década de los ochenta fue una
década perdida para el desarrollo del país.
CRECIMIENTO E INFLACIÓN; RETOS DEL PACTO 1990
Muchas han sido las bondades que las autoridades en materia económica le han
atribuido al Pacto de Solidaridad: la estabilidad económica, la reducción de ritmo de
incremento en los precios; el mismo crecimiento que ha mostrado la economía el año
anterior, etcétera.
Sin embargo más allá de la visión y la versión optimista de los hechos subyace una
realidad oculta que no se dice; que se acepta en la intimidad, a media voz y sólo
porque, a fin de cuentas, nadie puede creerse sus propias mentiras.
Lo cierto es que el Pacto como estrategia de gobierno de largo plazo ya agotó sus
posibilidades de brindar resultados deseados y adecuados. De hecho por ser un
programa exclusivamente de corto plazo no debió alargarse su vigencia durante tanto
tiempo, pues lo único que se ha conseguido con ello es agudizar las causas
estructurales de la inflación, esas que finalmente el Pacto sólo adormeció pero no ha
logrado ni logrará hacer desaparecer.
El principal obstáculo para poner la economía mexicana otra vez en movimiento y sin la
presencia de desequilibrios ha sido y es aún la imposibilidad de conciliar los dos
factores centrales de la política económica actual: inflación y crecimiento. Como ya lo
hemos comentado en anteriores ocasiones en este mismo espacio el Pacto de
Solidaridad logró reducir la inflación gracias a un subterfugio muy simple: reducir la
demanda de bienes y servicios en la economía, basada en el elemental argumento de
que sin demanda no hay posibilidad de que los precios siguen incrementándose y lo
que es mejor, necesariamente tienen que bajar pues de otra forma las mercancías no
encontrarían comprador en el mercado. Esta estrategia, si bien logró reducir el
crecimiento de los precios (mas no redujo los precios que no es lo mismo) provocó una
severa recesión en la economía, ya que en la medida en que no había demanda y por
tanto compradores en el mercado, los productores se vieron desestimulados a seguir
produciendo y muchos en la quiebra, cerraron sus fábricas, otros cambiaron de giro y
algunos más simplemente redujeron su capacidad productiva, cerraron parte de su
planta productiva y despidieron una buena cantidad de empleados.
Durante dos años y cinco meses la economía mexicana ha estado sujeta a este
proceso de “desaceleración” o “enfriamiento” que se parece mucho a la antigua técnica
médica que para bajar la fiebre del enfermo le provocaba grandes hemorragias
desangrándolos hasta que la fiebre bajara o no fuera capaz de resistir. 29 meses de
recesión han causado serios daños y fuertes modificaciones en la economía mexicana.
Ello aunado al hecho de que las causas estructurales de la inflación siguen presentes
ha provocado un fenómeno ciertamente preocupante y que es el hecho de que
cualquier intento por abandonar la estrategia del Pacto provoca inmediatamente un

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR