Creciente rivalidad

AutorEdgar Contreras y Luis Homero Echeverría

Ellos tienen muchas cuentas que aclarar. Eliminaciones, una Final arrebatada, jugadores que han vestido las dos camisetas, corazones divididos en las tribunas y hasta rarezas extra cancha han vestido los partidos entre Pachuca y Cruz Azul.

Apenas en la campaña anterior los Tuzos dieron cuenta de la Máquina en el único partido que se jugó entre ellos en la Semifinal. Un triunfo hidalguense que parecía ya una sentencia de muerte y que luego Cruz Azul terminó de consumar solito, al perder en la mesa por alineación indebida.

De cualquier forma, queda ese trago amargo para los Celestes, con Pachuca involucrado, tal como aconteció hace ocho años, en 1999, cuando los de Hidalgo se llevaron el título del Estadio Azul... una razón más para la enemistad.

"¿Cuánto vale la pasión de 20 o 25 mil aficionados al futbol? ¿cuánto vale querer vivir un partido de tanta trascendencia? ¿cuánto vale la emotividad, la emoción y la pasión de las personas?

"Más allá de la pérdida económica, que sí es significativa, perdemos más con nuestra afición", dijo Andrés Fassi, director deportivo de los Tuzos.

A tales detalles se le agrega que el actual técnico de los hidalguenses vio la luz como futbolista, y años después como estratega, al frente de los Celestes.

"Me parece un gran rival, y aunque tenga sus ausencias es un equipo de mucha tradición y me merece muchísimo respeto, pero ahora todos tenemos la necesidad de buscar una victoria para pasar a la Liguilla", expresó Enrique Meza.

Tras no jugar al duelo de vuelta ante Cruz Azul en el Estadio Hidalgo en el torneo anterior, los Tuzos...

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