Crece contrabando de cocaína líquida

AutorInder Bugarin

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AMSTERDAM.- En el centro de detención al oeste del aeropuerto internacional de Amsterdam, Schiphol, está "el Muro de la Vergüenza", donde la Unidad de Investigación Antidrogas cuelga las fotos de traficantes de estupefacientes.

Son los rostros de mujeres y hombres que intentaron introducir cocaína por la terminal aérea recurriendo a todo tipo de artimañas; desde oculta en la vagina, hasta introducida en sonajas de bebés, instrumentos musicales o entre las prótesis biónicas de un discapacitado.

"Pero, cuando pensamos que ya hemos visto todo, los traficantes siempre salen con una novedad en la que exponen cada vez más su vida", dice a REFORMA una oficial de la Policía Militar, Marechaussee, quien periódicamente es asignada a tareas de control en la terminar aérea.

El último dolor de cabeza para la Royal Netherlands Military Constabulary es el envío de "mulas" cargadas en sus estómagos con decenas de bolsitas repletas de cocaína líquida.

De acuerdo con el reporte anual de la Marechaussee, el año pasado fueron interceptados mil 68 "correos", los cuales sumaron en conjunto alrededor de mil 200 kilogramos de drogas, cuyo valor en las calles de Amsterdam supera los 100 millones de euros.

Entre los detenidos, 65 fueron individuos cargados con cocaína líquida en sus estómagos, una cifra superior a los 20 identificados en 2010, año en que las autoridades locales enfrentaron por primera vez el fenómeno. El último reporte de la organización contabiliza 106 casos en los primeros cuatro meses de este año.

La mayoría llega de vuelos directos procedentes de Venezuela, Surinam y las Antillas, y su perfil es diverso: algunas son personas víctimas de chantaje, otras lo hacen para resolver deudas o hay quienes simplemente se la juegan por una paga que ronda por los 5 mil dólares.

"Estamos ante una nueva tendencia en materia de tráfico y, como una de las principales entradas de drogas en Europa, Holanda es una de las primeras en confrontarse con ella", sostiene Daan van der Gouwe, investigador en la Unidad de Monitoreo sobre Drogas del prestigioso instituto holandés Timbos.

Para el experto, el único objetivo de esta técnica es aumentar considerablemente la carga de cocaína oculta dentro del cuerpo de una persona para tratar de evadir la aduana.

Como si fuera un trozo de zanahoria sin masticar, los sujetos se tragan envolturas elaboradas con los dedos de guantes quirúrgicos...

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