Se crea la Ley que Regula la Videovigilancia en el Estado de Coahuila de Zaragoza.

Fecha27 Abril 2021
Autor de la iniciativaDiputado Rodolfo Gerardo Walss Aurioles, del Grupo Parlamentario “Carlos Alberto Páez Falcón”, del Partido Acción Nacional.


CONGRESO DEL ESTADO INDEPENDIENTE,

LIBRE Y SOBERANO DE COAHUILA DE ZARAGOZA.

2021, Año del reconocimiento al trabajo del personal de salud por su lucha contra el COVID-19”





Iniciativa con Proyecto de Decreto por el que se crea la Ley que Regula la Videovigilancia en el Estado de Coahuila de Zaragoza.


Planteada por el Diputado Rodolfo Gerardo Walss Aurioles, del Grupo Parlamentario “Carlos Alberto Páez Falcón”, del Partido Acción Nacional, conjuntamente con las Diputadas que la suscriben.


Fecha de Lectura de la Iniciativa: 27 de Abril de 2021.


Turnada a las Comisiones Unidas de Gobernación, Puntos Constitucionales y Justicia y de Seguridad Pública.


Fecha de lectura del dictamen:


Decreto No.


Publicación en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado:








H. PLENO DEL CONGRESO DEL ESTADO

DE COAHUILA DE ZARAGOZA

PRESENTE. -

RODOLFO GERARDO WALSS AURIOLES, EN MI CARÁCTER DE DIPUTADO DE LA SEXAGÉSIMA SEGUNDA LEGISLATURA DEL HONORABLE CONGRESO DEL ESTADO, CONJUNTAMENTE CON LOS INTEGRANTES DEL GRUPO PARLAMENTARIO DEL PARTIDO ACCIÓN NACIONAL “CARLOS ALBERTO PÁEZ FALCÓN”, CON FUNDAMENTO EN LO ESTABLECIDO EN LOS ARTÍCULOS 59, FRACCIÓN I, 65 Y 67 FRACCIÓN I, DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO DE COAHUILA DE ZARAGOZA, Y EN EJERCICIO DEL DERECHO AL QUE HACEN REFERENCIA LOS ARTÍCULOS 21, FRACCIÓN IV Y 152, FRACCIÓN I DE LA LEY ORGÁNICA DEL CONGRESO DEL ESTADO, SOMETO A LA CONSIDERACIÓN DEL PLENO LA PRESENTE INICIATIVA CON PROYECTO DE DECRETO QUE CREA LA LEY QUE REGULA LA VIDEOVIGILANCIA EN EL ESTADO DE COAHUILA DE ZARAGOZA; AL TENOR DE LA SIGUIENTE:

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

Antecedentes

Como muchos de los grandes inventos de la humanidad, los albores de lo que hoy se conoce como videovigilancia tiene orígenes en la industria militar. En 1942, Alemania desarrolló un circuito de televisión cerrada con la finalidad de vigilar el lanzamiento de misiles. Prácticamente al mismo tiempo, en Estados Unidos, se desarrolló un sistema similar, pero para vigilar desde una distancia segura las pruebas nucleares. Eran cámaras en blanco y negro conectadas a monitores. Luego aparecerían los sistemas de cuadrante, que permitían la visualización de varias cámaras a la vez a través un mismo monitor.

Los retos iniciales de este tipo de sistemas estaban relacionados con el almacenaje de las imágenes, en un principio, una persona debía estar siempre atenta a las cámaras, ya que no se podía almacenar el contenido, o bien, era muy costoso hacerlo. Con la aparición del VHS este problema fue solucionado de momento; una buena cámara (para la época), una videograbadora y montones de casetes VHS permitían vigilar sin tener a una persona en horario 24/7 frente al monitor, y la información se podía respaldar para efectos de ser analizada después. La era digital fue un segundo paso en la constante lucha para mejorar el almacenaje y edición de imágenes, los discos duros y las tarjetas de memoria optimizaron el espacio, en lugar de muchas cajas o gavetas con VHS, una pequeña caja con dispositivos digitales reemplazaba todo lo anterior y, además, las imágenes podían mejorarse con programas especiales de computadora.

Antes del acceso del internet a toda la población, la videovigilancia se circunscribía a circuitos cerrados, y en algunos casos a redes de transmisión limitadas a una empresa o dependencia de gobierno, así como al llamado intranet.

Se debe aclarar que algunos historiadores de la tecnología sostienen que la videovigilancia nació antes de 1942, entre 1936 y 37, cuando Walter Broch (Alemania, 02 de marzo de 1908-05 de mayo de 1990) inventó la llamada cámara iconoscópica, presentada durante los Juegos Olímpicos de Berlín y confirmada como una cámara móvil cien por ciento funcional un año después.

Finalmente, en la actualidad predomina la vigilancia en tiempo real y a distancia con señales que se transmiten por internet y, sistemas de reconocimiento facial, de los que hablaremos más adelante en esta exposición de motivos.

Desde sus orígenes, la videovigilancia mostró su alto grado de eficacia en las tareas de seguridad, pues impacta en dos aspectos esenciales de esta: la prevención, al disuadir a potenciales infractores de la comisión de conductas delictivas; y el combate, al aportar las evidencias de los crímenes cometidos frente a la lente.

Videovigilancia en México

En México la videovigilancia se remonta a los años ochenta, en lo que hoy conocemos como Ciudad de México, antes Distrito Federal; las primeras cámaras de monitoreo urbano se colocaron en los semáforos, como apoyo al trabajo de estos. Con el paso del tiempo y ante la enorme demanda de mayor vigilancia y seguridad en la ciudad, las autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública fueron instalando e implementado sistemas más modernos y extensos para vigilar amplias zonas, así como eventos masivos de tipo cultural.

El artículo “Video Vigilancia en el Centro Histórico”, de Jordy Micheli y Laura Islas, refiere lo siguiente:



“…En resumen, bajo el Proyecto Ciudad Segura de la administración anterior (Marcelo Ebrard) se sembraron 8 mil cámaras, de las cuales cerca de 4 mil en las estaciones del Metro y 2,380 en los propios vagones del sistema de transporte colectivo. En la administración actual (Miguel Mancera), se anunció la expansión de la videovigilancia a 7 mil cámaras más: 3 mil para las zonas habitacionales de alta densidad demográfica, dos mil 331 para puntos con alta incidencia delictiva, 500 para control de tránsito, 369 para instalaciones estratégicas, 200 para reconocimiento de placas vehiculares, 300 para el carril confinado del Metrobus y 300 más en zonas rurales y de conservación…” Fin de la cita.

Si bien la Ciudad de México posee el mayor número per cápita de cámaras de videovigilancia del país, para enero de 2019, una realidad se hizo presente: 1 de cada tres cámaras no funcionaba, los motivos eran variados, desde obras viales y sobre cargas de voltaje, hasta vandalismo y falta de mantenimiento. Uno de cada cuatro altavoces también sufrió un desperfecto, con lo que el porcentaje de fallos en el rubro se incrementó un 300% con relación al 2017.

Guadalajara, al presente año, se encuentra entre las 50 ciudades con más cámaras de videovigilancia del mundo, hay 14.7 cámaras por cada mil habitantes, lo que da un total de 76,943 dispositivos.

Pese al número de dispositivos en la ciudad de Guadalajara, la capital de Jalisco ocupa el sitio 62 del índice de criminalidad a nivel mundial. En este mismo ranking, la Ciudad de México se posiciona en el lugar 28, Tijuana en el sitio 33 y Puebla en la posición 40.

Esto deja en claro lo fundado de la polémica sobre las mediciones de efectividad de la videovigilancia, las cuales deben sujetarse a modelos de medición que en realidad no están disponibles.

Impacto de la Videovigilancia en el Mundo

Gobiernos Locales, Iniciativa Privada y Particulares

El número 15, del año 2015; de la revista “Astrolabio, Nueva Época”, de la cual citamos la fuente digital: file:///C:/Users/mavig/Downloads/9903-Texto%20del%20art%C3%ADculo-35149-1-10-20151228.pdf; refiere lo siguiente:



En 1947, una década después de logrado el desarrollo de la tecnología para el servicio público de televisión, apareció la primera propuesta (si bien luego denegada) para que la policía inglesa pudiera evaluar las imágenes en vivo de la BBC durante la boda real y así asistir en las funciones de patrullaje (Norris, Mccahill y Wood, 2004). Pues bien, en las inmediaciones del nuevo siglo, la relación entre las imágenes, la policía y la seguridad pública se profundizó en dimensiones antes impensadas: las políticas de seguridad gubernamentales incorporaron sistemáticamente los circuitos cerrados de televisión (CCTV) para monitoreo del espacio público entre sus tecnologías para el control social y la prevención situacional del delito.

Utilizada inicialmente en Europa y en América del Norte, la video-vigilancia se ha expandido hacia los cinco continentes, convirtiéndose en una de las principales herramientas al servicio de la seguridad ciudadana. Según Norris et al. (2004), la difusión de estos sistemas es una tendencia que se ha manifestado globalmente, cuyo crecimiento fue verificado en cuatro etapas: una difusión inicial en el sector privado; la introducción de la video-vigilancia en el transporte y la infraestructura pública; una utilización limitada en espacios públicos, que funcionó como el puntapié inicial para la migración a su uso gubernamental en la prevención del delito; y un último momento en el que el monitoreo urbano tiende a la ubicuidad, con sistemas a gran escala que cubren ciudades enteras y que integran cámaras de seguridad del sector público y privado. A partir de la década del ’90 se produjo el pasaje del uso privado al ámbito público de las cámaras de seguridad, cuando numerosas ciudades de todo el mundo comenzaron a utilizar estos sistemas de video-vigilancia mediante CCTV para monitoreo de espacios públicos. Uno de los más sorprendentes desarrollos al respecto fue el de Gran Bretaña, país que se posicionó como líder y pionero mundial con el más extendido sistema de cámaras en espacios públicos del planeta (Lyon, 2004). Desde fines de la década de 1980, se instalaron más de cuatro millones de cámaras y actualmente el país concentra el 20 por ciento del total de las cámaras en uso de todo el mundo (Edwards, 2005). La emergencia de Gran Bretaña como líder mundial en el desarrollo de CCTV puede...

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