De todo corazón

Destino desviado

Hola, Tía Remedios, me da gusto saludarla. Cuando yo era joven tenía la ilusión de casarme, tener una bonita familia, querer mucho a mi esposa y adorar a mis hijos, era mi sueño. Tenía 18 años cuando conocí a una mujer algunos años mayor que yo, muy simpática, aunque no me gustaba porque era gordita. El asunto se prestó para el cortejo y cayó en mis redes, según yo. Después me di cuenta que fue al contrario. Un día me dijo que esperaba un hijo y el mundo se me vino abajo, me puse a pensar que iría ser de mi hijo si yo no respondía; a mi edad responder significaba casarme con ella. No me casé, pero sí vivimos juntos. Pasaron los años y yo tenía la esperanza de encontrar ese amor único que todos esperamos, nunca llegó. Hoy tengo 40 años. Es muy difícil que suceda, mi vida ha sido muy triste al vivir tanto tiempo con alguien a quien sí le tengo cariño, pues es la madre de mis hijos, pero que jamás he amado. Dos veces he querido que nos separemos, pero se pone a llorar y al final todo queda igual. Jamás he contado esto a nadie y me siento raro al hacerlo, ¿cree usted, Tía Remedios, que ese sea mi destino? Dijo el poeta que cada quien se labra su camino, ¿habrá chance de hacer aunque sea una vereda? Humildemente le pido una orientación.

El Gato Con Botas

····

Querido Gato, yo también te saludo y me da mucho gusto que me tengas la confianza para contarme lo que te ocurre, y lo que puedo decirte es ¡qué manera de desperdiciar tu vida! Soñando, fantaseando, añorando algo que desconoces. Viviendo un futuro que no sabes si llegará ¿¿quién te dice que no te dé un infarto mortal mañana o te atropelle un microbús y te mate?, y quejándote de un pasado que no puedes borrar. ¿Te das cuenta que vives en todos los tiempos, menos en el presente?, y ese, querido, es el único que posees, vivir en los otros es una creación inútil de la mente. Además, estás culpándola a ella de tu infelicidad cuando ¿podrías explicarme porque te presionan tanto sus lágrimas? No serías el primer hombre que se va de una relación, y tampoco serás el último. Si sientes que esa relación no es lo que quieres y no hay para dónde maduren juntos ¿seguir ahí a quien complace? Lo peor es que la enseñanza para tus hijos es que la vida es jodida, que si alguien llora hay que paralizarse y que las relaciones de pareja son por cualquier motivo menos porque haya un amor genuino. Tener 40 años no es estar muerto, pero lo importante es que revises tu sola existencia sin fantasear...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR