Coordenadas / ¿Reconoce usted a su personal?
| Autor | Enrique Quintana |
Hay preocupaciones de los empresarios y directivos de las empresas que son de naturaleza permanente. Haya o no reforma fiscal; tengamos electricidad barata o cara; haya un ambiente de seguridad o sigan las ejecuciones, el tema de cómo motivar a los empleados de una empresa es un tema de siempre.
Haga un experimento y vea la cantidad de directivos que se quejan de que sus subordinados no hacen un esfuerzo extra para dar un mejor servicio o generar un producto de mayor calidad y verá que este reclamo brota por todas partes.
Una de las razones por las que hay muchas empresas con empleados desmotivados es porque carecemos de la cultura y la práctica del reconocimiento.
Un libro con el sugerente título de "El principio de la zanahoria" acaba de ser publicado en Estados Unidos por Adrian Gostick y Chester Elton.
El texto refiere una investigación que incluyó 200 mil entrevistas a lo largo de 10 años. Dicha investigación encontró que cerca de un 80 por ciento de las personas que dejaron voluntariamente su trabajo, citan a la falta de reconocimiento como una de las causas principales.
Se encontró además que existe una alta correlación entre empresas con buenos resultados financieros y las que reconocen la excelencia entre su personal.
En contra de lo que pudiera pensarse, la investigación también encontró que el reconocimiento monetario no es tan esencial como mucha gente piensa. El reconocimiento, sin más, es lo verdaderamente importante.
Pero, no basta que un buen día el director de la empresa se levante con ganas de colgar medallas.
La cultura del reconocimiento implica, a juicio de los autores, cuatro cosas.
La primera es la definición clara de lo que la empresa espera de cada uno de los individuos que trabajan en ella.
La segunda es la transmisión correcta de la información de los directivos hacia el conjunto del personal.
La tercera es la confianza, que deriva de que los directivos piensen más en los beneficios del equipo en su conjunto que en las ventajas para ellos mismos.
La cuarta es la cultura de rendición de cuentas, que permita el equilibrio entre el señalamiento de errores y el reconocimiento de los aciertos.
Hay directivos que evaden los reconocimientos, bajo la premisa de que van a acabar causando celos a quienes no son reconocidos.
Este efecto secundario indeseable se puede evitar siempre y cuando se dé a todo el mundo la misma oportunidad de ser reconocido y se evite el favoritismo.
Los reconocimientos no requieren siempre la...
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