Coordenadas / ¿Conflicto por AMLO? Todo normal... o casi

AutorEnrique Quintana

Aunque en ocasiones el estruendo de los conflictos políticos pareciera hacernos creer que la vida del País está trastornada, la realidad es que la vida sigue y lo hace con normalidad.

Bueno... con la normalidad a la mexicana.

Por ejemplo, sigue el paro de Sicartsa, que ya cumple 130 días y no pinta todavía para cuándo solucionarse.

Sigue también el conflicto sindical de los mineros como si el tiempo no hubiera pasado. Napoleón Gómez Urrutia sigue cómodamente desaparecido y el presunto líder, Elías Morales, sigue sin tomar el control del sindicato. Todo normal.

Los maestros de Oaxaca continúan con la ciudad secuestrada, Ulises Ruiz sigue sin caer... y el Gobierno federal sigue sólo mirando. Un cuadro pintoresco del paisaje mexicano.

El "gober precioso" sigue con sus tímidas apariciones públicas y el escándalo del posible tráfico de influencias empujado por Kamel Nacif está en el limbo.

Los ejecutados en Acapulco, diversas poblaciones de Michoacán, las ciudades fronterizas o hasta en la Ciudad de México siguen apareciendo un día sí... y otro también.

La emigración de mexicanos a los Estados Unidos continúa sin que la Guardia Nacional o los muros sean suficientes para detenerla. Ni los vemos ni los oímos, pero cerca de 1 mil 100 personas al día cruzan exitosamente la frontera como ilegales.

La delincuencia sigue haciendo de las suyas, sobre todo en lugares como la Ciudad de México, tanto en el DF como en los municipios conurbados del Estado de México.

Arturo Montiel sigue gozando de las múltiples propiedades que acumuló como funcionario público, con la tranquilidad de haber borrado rastros y "salpicado" notarías para asegurar no ser procesado. Un ejemplo más de la normalidad de la justicia mexicana.

A Roberto Madrazo no se le ve por ninguna parte después de haber logrado la hazaña de hacer perder al PRI de una manera tan estrepitosa que pocos imaginaron y que dejó fuera del Congreso a muchos que ya se veían sentados en sus curules. Como quien dice, todo normal, se puede hundir un trasatlántico y luego desaparecerse.

La deuda por las pensiones de los trabajadores del sector público, sobre todo del ISSSTE pero también de Gobiernos estatales y universidades públicas, se sigue acumulando en decenas de millones de pesos al día, haya conflicto postelectoral o no. Pero, aquí la normalidad es que mientras la bomba no explote, que crezca.

Los problemas del campo mexicano siguen sin resolverse porque es demasiado tarde en el sexenio para emprender una...

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