Coordenadas / El remedio y la enfermedad

AutorEnrique Quintana

Tienen razón los legisladores al señalar que lejos de hacer recortes al gasto programable en su conjunto, hicieron ampliaciones que convierten a éste en el mayor presupuesto que se ha aprobado en la era de Fox.

Pero también tienen razón los funcionarios del Gobierno que han señalado detalladamente toda una serie de inconsistencias en las reasignaciones que se efectuaron. La prisa por terminar y la predominancia de criterios políticos sobre los técnicos dieron lugar a un Presupuesto desaliñado.

Lo dicho por ambas partes es como si alguien reclama porqué el producto que le entregaron está de otro color y el proveedor dice que no es cierto que esté muy pequeño.

Cada quien está hablando un lenguaje diferente.

Los diputados que forman la mayoría en la Cámara, a quienes el Gobierno ha calificado como el bloque opositor, se negaron a escuchar los consejos de los técnicos de Hacienda y cometieron pifias o efectuaron asignaciones interesadas.

Los funcionarios públicos así como los legisladores panistas carecieron de la habilidad para construir acuerdos a sabiendas de que eran minoría y que a falta de acuerdos, la mayoría podría -como lo hizo- usar sus criterios para hacer las asignaciones.

Los recortes fueron del orden de 20 mil millones de pesos, ese 2 por ciento del que ya tanto se ha hablado.

Esos recortes, es cierto, no cambian en absoluto la estructura del gasto. Sin embargo, fueron tiros de precisión y golpearon algunos proyectos que eran muy cercanos al Presidente.

Las reasignaciones se hicieron con criterio político y favorecieron áreas en las que el PRI y el PRD tienen interés especial. Pero, los diputados tenían estrictamente ese derecho.

¿Era necesario llegar hasta donde llegamos? ¿No había un punto intermedio para tratar de encontrar un esquema que fuera aceptable para todos?

El problema ahora es que en la búsqueda de ese punto intermedio, el remedio puede salir más caro que la enfermedad.

Supongamos que el Ejecutivo establece una controversia constitucional señalando que el Legislativo invadió sus funciones.

El problema es que luego de la reforma del artículo 74 Constitucional en este año, pareciera que esta vía no tiene lugar.

Y, la otra opción, que es argumentar el derecho de veto, también va a toparse con grandes incertidumbres jurídicas pues al menos no está explícita ni tiene una mecánica definida para salir del veto, como en el caso de las leyes.

Puedo equivocarme, pero mi percepción personal es que cualquiera que sea la...

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