Coordenadas / El primer mes del Gobierno de Calderón

AutorEnrique Quintana

Quizá como nunca antes en un cambio de Gobierno, existe un completo hermetismo con relación a la integración del gabinete.

Dicen algunos de los más cercanos al Presidente electo que es muy fácil identificar a alguien que esté diciendo mentiras acerca de la integración del nuevo Gobierno: se trata de aquel que da por hecho que ya hay quienes están seguros en el gabinete... claro, con excepción de Agustín Carstens.

No sería raro que a algunos que se sienten encabezando alguna dependencia pública les llegue una desagradable sorpresa cuando vean que los días pasan y que nadie les confirma el nombramiento con el que ya se sienten.

Desde la campaña, Calderón optó por una forma de integrar el equipo, la que implica retrasar las designaciones prácticamente hasta los últimos días, con la sola excepción de Hacienda y Carstens.

Otra forma de organizar la transición era anticipando el gabinete y encomendándole tareas concretas para estos meses, lo que no sucedió.

La excepción de Hacienda obedeció a dos factores. El primero fue tratar de asegurarse que no hubiera ningún trastorno financiero por el cambio de Gobierno. El segundo, con objeto de preparar con antelación el paquete económico que se enviará al Congreso.

El hecho de que los nuevos titulares de las dependencias se enteren apenas unos días antes del 1 de diciembre y que sus nombramientos se hagan públicos hasta el día 30 de noviembre supone también un arranque de la operación del Gobierno sin cambios radicales y poniendo énfasis en asegurar la continuidad, independientemente de que haya nuevos titulares en las diversas dependencias.

En los primeros 30 días del Gobierno de Calderón no habrá ni reformas estructurales, ni tampoco cambios orgánicos de gran alcance en el sector público.

Habrá dos objetivos centrales en el primer mes. El primero será buscar la aprobación del paquete económico del 2007. Éste será el primer objetivo de Agustín Carstens. El segundo será garantizar la estabilidad política. Y aquí es donde se percibe la mayor de las incógnitas.

Veamos cada punto con mayor detalle.

La experiencia del Paquete Económico 2006, cuyo presupuesto recibió reasignaciones superiores a los 80 mil millones de pesos, ha conducido a una estrategia diferente.

La forma de operar del Secretario Gil Díaz era "esconder" recursos, a sabiendas de que los Diputados le sumarían millones al Presupuesto.

El caso más claro era el del PAFEF. El proyecto de presupuesto del 2006 enviado por Hacienda al Congreso...

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