Coordenadas / Una Presidencia informal
| Autor | Enrique Quintana |
Les voy a dar su microcrédito, su changarro y su vocho. Era la promesa que hacía el entonces candidato panista a la Presidencia de la República cuando hablaba del maravilloso mundo -así lo calificaba- de las microempresas.
Así que, vistas las cosas en retrospectiva, el resultado ha sido realmente muy exitoso, pues la informalidad ha crecido muy rápido en los últimos años.
Las cifras de las encuestas del INEGI indican que el número de empleos informales creció 1 millón 600 mil personas en el lapso de cuatro años, del primer semestre de 2001 al mismo periodo de 2005, lo que significa un ritmo de crecimiento anual de 3.8 por ciento.
En ese mismo lapso, los empleos formales crecieron en 455 mil, menos de la tercera parte de los informales, lo que significa una tasa media al año de 0.9 por ciento.
Por cada empleo formal creado, se establecieron 3.5 informales.
Lo del crédito no se ha logrado del todo; lo del vocho no funcionó porque desapareció el modelo (pero a cambio les va a dar su "chocolatote"), pero lo del changarro se ha cumplido a cabalidad, según se puede ver en las calles de casi cualquiera de las grandes ciudades del País.
No se trata solamente de una ironía respecto al cumplimiento de una de las promesas de Fox, sino de la realidad de un segmento del que depende la vida de un número cada vez mayor de personas.
Si consideramos que hay dos trabajadores informales por cada hogar y que en promedio hay cinco personas en los hogares, llegamos a la conclusión de que al menos la subsistencia diaria de alrededor de 30 millones de personas depende del sector informal.
A partir del próximo 1 de enero, si el Congreso no dice otra cosa, un grupo amplio de este segmento, el que está afiliado al padrón de Oportunidades, tendrá además la opción de contar con una ayuda alimentaria al llegar a los 70 años y un sistema de ahorro para el retiro que no les va a exigir ser parte de la economía formal.
Los técnicos de la Sedesol y de la Secretaría de Hacienda trabajaron intensamente en la definición de las cantidades involucradas para que no resulte más rentable estar en la informalidad que en la formalidad... por lo menos para el propósito del retiro.
Sin embargo, en el mero planteamiento subyace la visión de que a la informalidad no hay manera de pararla y el reconocimiento de que más vale planear un gasto -como el de la ayuda de retiro o el seguro popular- que de cualquier manera tendría que hacer en el futuro el Estado.
Quienes somos parte de la...
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