COORDENADAS / Porqué no se cree en la inflación oficial

AutorEnrique Quintana

El día de hoy, el Banco de México va a dar a conocer la inflación del mes de abril y el resultado no va a ser creíble para muchos que han visto los incrementos de precios de las últimas semanas.

Una de las preguntas que se hacen con más frecuencia en estos días es: "¿Cómo es posible que se diga que la inflación de los últimos 12 meses es de 4.5 por ciento si los incrementos de los precios de los alimentos, la energía, materiales de construcción y muchos otros productos es mucho más alta?".

He escuchado cada vez con más frecuencia que una es la inflación calculada por el Banxico y otra la inflación real.

Yo diría más bien que una es la inflación general y otra -que puede ser muy diferente, en efecto- es la inflación que padecemos en lo individual.

Día con día, varias docenas de encuestadores de Banxico levantan en todo el País una muestra de alrededor de 5 mil 600 cotizaciones de precios de bienes y servicios que suman 170 mil datos cada mes.

Esto lo hace el Banxico en 46 ciudades divididas en siete regiones de la República respecto a un grupo de 315 géneros de bienes y servicios.

Cada uno de estos géneros tiene un peso en el cálculo del índice, que se modifica cada cierto número de años, en función de los datos obtenidos por la Encuesta de Ingreso-Gasto que efectúa el INEGI, en la cual se mide cuál es la estructura del gasto de la población en todo el País.

Por ejemplo, todos los alimentos, las bebidas y los cigarros, en conjunto, pesan 22.7 por ciento de la canasta de consumo.

Puede ser muy dramático el aumento del pan, pero entre el pan dulce, blanco y de caja no llega a representar ni el 1 por ciento del total del índice. Es decir, en el promedio nacional, la gente gasta poco menos del 1 por ciento del total de su dinero en pan.

Por ejemplo, un aumento de 20 por ciento en el precio del pan repercute en un aumento de 0.18 por ciento en el índice.

La explicación del bajo crecimiento de la inflación en abril, cuyo resultado hoy se da a conocer, es que aunque muchos alimentos siguen aumentando de precio, otros conceptos, como la energía eléctrica, bajaron en las zonas del País en las que se aplica la llamada tarifa de verano.

La energía eléctrica pesa en la canasta de consumo el triple de lo que pesa el pan.

Si en un mes aumentara el pan 20 por ciento y la luz bajara en 7 por ciento, prácticamente se compensaría el efecto.

El genérico que más pesa en el índice que calcula el Banco de México es el precio de la vivienda propia, que representa...

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