Coordenadas / Por qué ser optimista este 3 de julio

AutorEnrique Quintana

Más allá del resultado electoral, que aún no conozco al escribir estas líneas, creo que hay razones para el optimismo.

Hay motivos para ver un mejor futuro para el País en todos los terrenos.

Cada vez en mayor grado, lo que sucede con nuestra nación depende menos de lo que hagan o dejen de hacer los políticos y más de lo que hagamos o dejemos de hacer los ciudadanos.

Uno de los grandes cambios que trajo consigo el fin de 70 años de gobiernos priistas fue el hecho de que también se fue con él, el Estado omnipresente encarnado en la figura del Presidente de la República.

Por generaciones, lo que sucedía con México dependía en mucho de lo que sucediera con las ideas, fantasías, acciones y omisiones de quien ocupaba la silla presidencial.

La débil sociedad requería del "ogro filantrópico", ese que era capaz de hacer el mayor de los bienes o el peor de los males por la voluntad suprema del Presidente en turno.

Nosotros, la sociedad, no teníamos más que resignarnos. O festejábamos o nos entristecíamos, según nuestra posición, ideas o preferencias. Pero éramos solo testigos de cómo se tomaban las decisiones.

Con el arribo de la democracia electoral, nuestro papel ya no se redujo solo a mirar lo que el Estado encarnado en el presidente, hiciera o dejara de hacer.

Las elecciones abrieron la oportunidad de elegir a las autoridades.

Sin embargo, para poder cambiar el régimen político fue necesario que la sociedad creciera. El cambio no lo hicieron principalmente los partidos políticos sino millones de ciudadanos que decidieron ponerse a construir su destino con propias manos, ladrillo a ladrillo.

No se trató sólo de un cambio de partido en la Presidencia, sino de multitud de cambios en gobiernos estatales, Congresos, alcaldías y, sobre todo, en más y más ámbitos de la vida pública, como el acceso a la información pública, por citar solo un ejemplo.

Trabajadores de todas las ramas, empresarios de todos los tamaños, estudiantes de todos los niveles, amas de casa, académicos, intelectuales, participantes en ONGs, y un largo etcétera, fuimos responsables de que las cosas cambiaran en la sociedad mexicana.

Tengan la preferencia política que tengan, se percibe en el País la determinación de que ya no sea solo la voluntad presidencial la que marque el rumbo, sino la suma de millones de voluntades.

Ese cambio ha sido sobre todo, un cambio cultural, es decir, de nuestro sistema de valores y creencias, de nuestra manera de ver el mundo y la vida.

Ese cambio se...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR