Coordenadas / Nuevas ventajas comparativas
| Autor | Enrique Quintana |
Los salarios equivalentes en dólares que se pagan en la industria maquiladora establecida en México se han disparado.
Hace nueve años, cuando vivíamos en 1995 la era del Peso débil y del fuerte empuje de las exportaciones, se pagaba en promedio el equivalente a 337 dólares mensuales a cada trabajador.
En septiembre de este año, las remuneraciones promedio alcanzaron 673 dólares al mes. Esto significa un crecimiento anual en dólares de 8 por ciento en promedio. Pocas remuneraciones en el mundo tienen este ritmo, al punto de haberse duplicado en menos de una década.
El lado positivo es que los trabajadores de las maquiladoras ganan sustancialmente mejor. El lado negativo es que hay la impresión de que este segmento de nuestra industria perdió competitividad.
Pero, las cosas se ven diferente cuando se analiza qué pasó con el valor agregado por trabajador en este lapso.
Hace nueve años, cada mes se generaba un valor agregado por persona equivalente a 694 dólares. En el mes de septiembre de este año, la generación de valor fue de 1 mil 446 dólares por trabajador.
Esto significa un crecimiento de 108 por ciento en ese lapso y una tasa media anual de 8.4 por ciento.
Visto de otra manera, hace nueve años, el valor que generaba cada trabajador era 105 por ciento superior a su salario. Hoy es 114 por ciento superior.
Para poder soportar el incremento salarial sistemático que se ha presentado en los últimos años, las maquiladoras han tenido que aumentar fuertemente su productividad.
Este cuadro no es algo específico de la industria maquiladora. Hace poco menos de una década, una de las ventajas comparativas de México era la mano de obra barata.
Hoy México tiene la batalla perdida en ese terreno. Todos los países centroamericanos y una buena parte de países de Asia pagan menos que en México.
El bajo costo de la mano de obra dejó ya de ser una ventaja comparativa. En las tablas relativas al salario en el sector formal de la economía o en el salario medio de las manufacturas, México ha dejado de ser un país de los que están al fondo de la tabla y se ha consolidado como uno de ingreso medio.
Este hecho tiene implicaciones muy serias para todo un conjunto de sectores intensivos en mano de obra, que han basado su competitividad en los bajos salarios. Tarde o temprano van a ser liquidados por los chinos o por otros países que basen su ventaja en los bajos salarios.
Salvo algunos fabricantes que logren blindar sus nichos, sectores como la confección, zapatos...
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