COORDENADAS / Las falacias de Salinas... y también las verdades
| Autor | Enrique Quintana |
"La Década Perdida", el nuevo libro del ex Presidente es tanto una justificación de su sexenio como una crítica de las administraciones que le siguieron y de los planteamientos políticos de López Obrador.
Aunque habrá que revisar el texto completo para poder tener el detalle de los argumentos y la información que ofrece, por lo escrito en el prólogo y el epílogo, me parece que Salinas combina afirmaciones plenamente sustentables con otras que difícilmente podrían sostenerse.
Lo que va a lograr, y probablemente sea su objetivo, es subirse al ring nuevamente y plantear la "tercera vía" que presuntamente su sexenio representó, en contraste con el neoliberalismo de los Gobiernos que le siguieron o el populismo autoritario de López Obrador.
Un hecho que no puede ser negado es que la administración de Salinas fue la última en la que hubo un conjunto amplio de reformas institucionales, sobre todo en el ámbito económico.
La privatización de los bancos y otras empresas, la firma del Tratado de Libre Comercio con Norteamérica, la reforma al artículo 27 Constitucional para hacer enajenable el ejido, la autonomía del Banco de México y la formación del IFE ciudadanizado son algunas de las reformas más importantes.
Y, efectivamente, como dice Salinas, en la era de Zedillo quizá sólo pueda mencionarse la formación del sistema de pensiones de las Afores y el arranque de la competencia en las telecomunicaciones, como algunos de los cambios más significativos.
Prácticamente sólo el gran tema de la Transparencia podría anotarse como una reforma trascendental en la era Fox y falta ver cuál va a ser la trascendencia de las que se han comenzado a gestar en el sexenio de Calderón.
Lo que sí es un hecho es que el País ha andado de tumbo en tumbo desde 1994.
Se ha debatido muy ampliamente respecto a si la crisis que estalló en diciembre de ese año simplemente le reventó a Zedillo por las bombas de tiempo que dejó la administración de Salinas o si fue la mala gestión del nuevo Gobierno lo que causó el desastre.
Para no cansarlo con una discusión de la que se ha escrito mucho, sólo le comento que, a mi parecer, la responsabilidad fue de las dos administraciones.
De la de Salinas por no haber actuado con más determinación para frenar el tremendo deterioro financiero que se produjo en 1994 y de la de Zedillo al haber operado una devaluación a la desesperada, sin un programa económico coherente que le acompañara, lo que causó un pánico financiero.
Por otro lado, es...
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