Coordenadas / La evaluación de AMLO
| Autor | Enrique Quintana |
Cuando se revisan las cifras económicas disponibles, no queda sino llegar a la conclusión de que la gestión de AMLO en la capital no produjo ningún milagro económico pero tampoco ningún desastre.
El viernes pasado le presenté en este espacio una colección detallada de datos que contrastaban el desempeño económico local y el que se registró a escala nacional.
En términos generales, el DF está por abajo del desempeño global.
Sin embargo, sería un error atribuir la totalidad de estos resultados a la gestión de AMLO, de la misma manera que tampoco hubiera podido colgarse las medallas de un balance más exitoso. Hay procesos económicos que trascendieron la gestión de gobierno.
Algunos lectores nos han pedido que resumamos e interpretemos algunas de las cifras que ofrecimos. Eso haremos hoy.
La economía del DF simple y sencillamente no creció entre 2000 y 2003. Y ese desempeño en realidad es consistente con los datos nacionales, que registraron para ese mismo lapso un crecimiento de 2.2 por ciento.
En el 2004, el PIB de la capital creció en 3.9 por ciento, de acuerdo con las estimaciones de Banamex y Bancomer y el PIB nacional aumentó en 4.2 por ciento.
Por las características económicas de la ciudad, a veces cae más que la economía nacional cuando el ciclo es a la baja, pero crece menos cuando es al alza.
La capital del país es una ciudad de servicios. La industria manufacturera representa apenas el 16 por ciento del PIB y la construcción, con todo y las obras viales y de rehabilitación del Centro Histórico, apenas significa el 5 por ciento.
En contraste, el comercio representa el 20 por ciento; el transporte el 14 por ciento y el resto de los servicios el 52 por ciento.
Una recuperación, como la que tuvimos en el país, apoyada por las exportaciones a Estados Unidos y por el crecimiento de la producción de manufacturas repercute más en otras entidades y menos en el DF, esté quien esté en el Gobierno.
El desempeño económico de la Ciudad de México no cambió radicalmente con AMLO y, de hecho, no lo hizo con los gobiernos del PRD. Hubieran seguido gobiernos del PRI y quizá los resultados económicos totales hubieran sido muy parecidos.
Para modificar la estructura y la dinámica económica de la ciudad se hubiera requerido un esfuerzo que, por lo pronto, no se aprecia en las cifras.
Hay un dato que no le presenté el viernes y que es reflejo de ese débil desempeño económico. Se trata de la informalidad.
Entre diciembre del 2000 y el mismo mes del año...
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