Coordenadas / Ecuación: ¿gasto o calidad?
| Autor | Enrique Quintana |
A menos de un mes de que el Gobierno entregue al Congreso los presupuestos para el 2005, algunas dependencias empiezan a hacer manifiestas sus demandas de más recursos
Un viejo dicho señala que hacer más cosas con más recursos es lo más sencillo, por eso es que año con año se pide más. El reto es hacer más pero con menos recursos.
Pero hay que ir más allá. A veces lo que hacemos con los presupuestos es ponerle dinero bueno al malo. Tenemos una cultura en la que se premia gastar más, sin importar resultados. Por ejemplo, es típico que en las últimas semanas del año las dependencias públicas busquen cómo acabar con su presupuesto, en caso de que aún tengan, pues si no lo gastan, les darán menos el siguiente año.
Un ejemplo de que cómo queremos resolver los problemas gastando más es la reforma constitucional que estableció que para el 2006 el monto de recursos públicos destinado a la educación sea del 8 por ciento del PIB.
Imagine por un momento que no hay restricciones presupuestales y que puede llegarse a esa cifra sin problemas. Pues a pesar de ello, no habría ninguna garantía de que más dinero signifique mejor educación.
Frecuentemente, en México cuando tenemos dinero derrochamos y malgastamos, es decir, creamos pesados aparatos burocráticos o construimos elefantes blancos.
En el caso de la educación pública, sin duda que hay áreas de excelencia en muchas escuelas de todos los niveles. Desafortunadamente, están lejos de ser la mayoría.
Pero aun en la educación privada, en muchos casos todavía están casados con esquemas que permitían el desarrollo de habilidades y carácter propios para la década de los 50 ó 60, con un mundo más o menos estable, en plena era de expansión industrial.
Hoy tenemos un mundo diferente. Es altamente inestable. Los cambios tecnológicos son vertiginosos. Los conocimientos concretos quedan obsoletos con una velocidad espectacular.
Le refiero a Tom Peters en su libro "Reimagina", quien nos presenta un conjunto de contrastes entre lo que era la vieja educación, a la que frecuentemente se le pretende poner más recursos, y la nueva educación, que es la que puede permitir la formación adecuada para el entorno actual.
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- Se enseñaba para poder responder el examen. Hoy se debe enseñar para saber preguntar. Saber formular las preguntas adecuadas es hoy mucho más importante que tener las respuestas a los cuestionamientos convencionales.
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- Se enseñaba a "devorar los hechos". Hoy se vuelve esencial el desarrollar talentos.
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