Coordenadas / Diamantes en bruto

AutorEnrique Quintana

La elección de un prospecto para ocupar una posición ejecutiva es un proceso que como país sólo tenemos cada seis años y obtenemos ventajas o perjuicios de la decisión que tomamos.

Sin embargo, en las empresas se trata de decisiones que tienen que tomarse con más frecuencia y muchas veces se toman sin un sistema para asegurar con un razonable nivel de certeza de que se está eligiendo correctamente a su personal ejecutivo.

Un interesante texto del Mercer Management Journal, "Diamantes en Bruto", analiza la problemática de este tipo de elecciones. Aunque se concentra en los procesos de designación de los CEO de las empresas, da elementos que pueden extenderse a otros ámbitos.

Una de las premisas que establece es que la elección de un ejecutivo no debe basarse exclusivamente en su desempeño pasado sino en los indicios que permitan visualizar su desempeño para otro puesto.

En México, la elección de Vicente Fox como Presidente estuvo fundada en gran medida en su desempeño como candidato. Se trataba de un candidato de primera, con capacidad de persuasión y con un potencial de triunfo que se fue perfilando en el proceso de la campaña.

Sin embargo, seguramente muy pocos pensaron en las cualidades que se deberían tener para lograr un desempeño igualmente destacable en la Presidencia.

Al margen de la evaluación específica que pueda hacerse, me parece que muy pocos estarán en desacuerdo en que Fox resultó mejor candidato que Presidente.

En las empresas a veces pasa lo mismo, resulta que un vicepresidente tiene un alto desempeño en la función de la que es responsable, pero cuando sube un escalón y tiene que tomar otro tipo de responsabilidades, ya no funciona como antes.

Y ese tipo de problemas puede generalizarlo a cualquier otro puesto ejecutivo, pues no es peculiar de la designación de un CEO, aunque tiene mucha más trascendencia cuando se trata de ese tipo de cargos.

De acuerdo con los análisis de Mercer, lo primero que debe estar claro es cuáles son los imperativos estratégicos de la organización, de ellos se deriva la agenda específica que deberá afrontar el ejecutivo en cuestión y los aspectos tácticos de su tarea.

Además, hay que tomar en cuenta que no se requiere el mismo tipo de atributos para encabezar una empresa petrolera que una firma de servicios profesionales. O bien, no se necesita el mismo tipo de habilidades para posicionar una pequeña empresa en ascenso que para mantener en marcha a un gigante corporativo.

Sobre la base de la...

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