COORDENADAS / El costo de los mitos

AutorEnrique Quintana

El mito petrolero nos impidió durante muchos años hacer las inversiones necesarias para compensar la inevitable caída de la producción que iba a darse en Cantarell.

El Gobierno exprimió a la empresa petrolera para financiarse, pues por décadas se pospusieron ajustes fiscales que permitieran equidad en el pago de impuestos en México.

La maldición del IVA, surgida en marzo de 1995, impidió que el sistema fiscal mexicano se moviera en la misma dirección que muchos países, es decir, gravando el consumo y bajando las tasas en los impuestos al ingreso.

Y nos quedamos con un esquema fiscal adicto a los ingresos petroleros.

No hubo problema mientras el precio del petróleo y el volumen que México extrajo iban hacia arriba, lo que permitió un crecimiento espectacular del gasto público programable, de 56 por ciento en términos reales, hasta el 2009 con el justificante de que se trataba de gasto social.

Los excesos en el gasto fueron cuestionados desde los primeros años de la Administración de Fox. Y, de hecho, en ese entonces se quiso modificar el concepto de gasto corriente, en el que se reflejaba el derroche de recursos, para caracterizarlo como inversión social.

Todavía resulta anatema en México cuestionar el gasto social. Pareciera que por el simple hecho de tener esta denominación se vuelve intocable.

Pero hay gasto educativo que es un desperdicio, como el que se canaliza a una educación que no educa en muchos de sus niveles, según hemos visto con numerosas evaluaciones, desde las pruebas Pisa de la OCDE hasta los concursos para obtener plazas de educación básica en la SEP.

Otra parte del gasto social es regresivo, es decir, privilegia a sectores con altos ingresos y castiga a los que tienen menos.

Su expansión en esta década de Gobiernos panistas debe ser observada con lupa para ver lo que no sólo no debe crecer más, sino recortarse.

Pero pareciera blindado, pues es políticamente incorrecto cuestionarlo.

En relación con la tasa cero de IVA en alimentos y medicinas, es la...

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