Cony Delantal / Ricas, ricas, pero no tanto...

AutorCony Delantal

Qué exageradita es mi comadre. Me platicó de unas nuevas hamburguesas al carbón Burguer Station en la placita del Oxxo de Gómez Morín y Roberto Garza Sada que, según ella, estaban "buuuueníiiisimas". Ay, comadre, no es para tanto, no cabe duda que con la edad ya traes bien emparejado el gusto. Ponle tú que están ricas, pero nomás, no es para echarle tanta crema.

El local está simplón, con mesas de madera en el interior, tipo Papalote, pero con escasa decoración, básicamente pantallas para ver el futbol. Lo más habitable es su terracita, porque adentro traen serios problemas con la manipulación de humos y vapores ambientales. En pocas palabras, les hace falta un buen extractor. De plano te traes la hamburguesa impregnada en el vestido.

Ya en la terraza, mi marido y yo intentamos entendernos con el muchachito que se acercó a tomarnos la orden. Y discúlpenme, pero ¡qué difícil! Te juro que no sé de dónde los sacan, segurito que en "nuncahesidomesero.com", porque de veras que no le corría el hamster al pobre. No sé, como que se le congelaba el dvd cada que le preguntaba algo y después contestaba pa'l monte, con una voz parsimoniosa, como de disco tocado pa'trás.

Oiga joven, yo quisiera un combo de ensalada y hamburguesa... Pero no me contesta, viene una larga pausa, hasta que por fin reacciona: "Esteee, no hay combos". Ok, ¿tienen barra de ensaladas? Pausa, pausa, pausa. "Esteee, creo que sí". ¿Hay o no hay? Tuuut, tuuut, tono de ocupado. ¿Hellooo, que si tienen barra? "Ah, sí, allá adentro". Ok, entonces yo paso a la barra.

Y así quedó; con esfuerzos logramos que nos entendiera también las hamburguesas, una prime angus de 5 onzas ($81) y otra top sirlón angus de 8 onzas ($98), a las que había que agregar los toppings al gusto (vaya proeza), para después pararnos a la barra a servirnos la ensalada. ¡¿Pos cuál barra?! ¡No existe!

Ahí me tienes, vuelta y vuelta en ese pequeño local, como loquita en sanatorio, tratando de figurarme dónde podrían haber escondido la dichosa barra.

Ya casi me metía a la cocina cuando me topé saliendo al joven tenmepaciencia. A ver, ilústreme por favor, ¿dónde dice que está la barra de ensaladas? Otra vez esa cara de "no memory space". "Esteee, ¿cuál barra?". Aich, ¿pos no le pregunté si había barra y me dijo que sí?... Procesando... "Ah, sí, ahí está", y me señala al mostrador donde cobran. Oiga, pero aquí no hay ensaladas. "Pos aquí la puede pedir. Usted me dijo que se paraba a la barra.". Cositas, ya ni reclamarle.

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