Cony Delantal / Reubicación forzada...
| Autor | Cony Delantal |
Mastaron dos asaltos con balacera incluida en el Starbucks de la placita Alce de Garza Sada para que le hiciera agua la canoa a su vecino, el restaurantito La Proa, y huyera despavorido a navegar en aguas más calmadas.
A mí se me iluminaron las pupilas y se me alborotaron las papilas cuando supe que se mudaban con sus deliciosos taquitos marisqueros a Bosques del Valle, pensando que, previa terapia de recuperación del habla y sazón, aprovecharían para montar algo más chiquitiguau con esa rica cocina que les conocí.
Pero fue tanto el susto, que más que ampliarse vinieron a esconderse en el clóset, en un espacio diminuto sobre Vasconcelos, dentro de un conjunto de locales bien peloteados que están a un lado del Franco Mexicano.
No me acuerdo qué tantos comensales abordaban su restaurantito del Contry, pero de barco chiquito pasamos a chalupa. Aquí conté lugar únicamente para 14, incluyendo los que se sientan en la barra y hasta los que van de polizones. Definitivamente no es plan para llegar en bola.
Dentro de este camarote no cabe ni la decoración. Todo lo que hay es una foto tamaño pared de un atardecer playero y un salvavidas colgado por si te ahogas de claustrofobia. Las prestaciones incluyen MTV en pantalla plana y un minisplit para sustentar vida.
Por fuera pareciera que el lugar existe desde que los bosques del valle eran ciénegas. La fachada se ve espantosa, vieja y deslavada. No sé si la marquesina es copia de copia o, simplemente, los colores rosa quemado y verde guacamole oreado no le sientan. Ya de perdido en la noche, la luz neón les da un chispazo de actualidad.
Pero discúlpame lo criticona (en realidad yo no soy así. Acá entre nos, acabo de descubrir que también tengo un alter ego como Lady Gaga, pero estoy convencida de que el mío es una proyección de mi suegra ¡porque nada le parece!, ja, ja, ja), ora sí déjame platicarte dónde está lo bueno de La Proa.
Lo que mejor les sale son los taquitos, especialmente el anclado de pescado o camarón ($21 y $23). Mmmm, deli.
Si quieres taparle el ojo al macho los puedes pedir en hoja de lechuga y como quiera saben bastante buenos, pero mira, ya tenemos suficientes mortificaciones con tanta inseguridad, crisis global y todos esos cuentos de quesos y ratones con los que nos han salido últimamente, como para estresarte todavía por la dieta. Que te valga queso, reviéntatelos en tortilla de arete y te van a encantar.
Su menú incluye otras tantas variantes de tacos y tostadas, que en general...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba