'Todo se convirtió en un corre, corre'
| Autor | Gustavo Aréchiga |
A Guillermina Figueroa se le agitaron los nervios 25 minutos antes de lo planeado. Afuera de la cocina de Hacienda La Rojeña el calor extendía el aire y repicaban las campanas de la Parroquia de la Purísima Concepción, en Tequila, ahuyentando el silencio y las palomas. Señal de que sus comensales estaban por llegar al banquete.
Mientras las 18 personas que ayudaban en los hornos apuraban su labor, por alguna calle adoquinada bajaron del autobús los del Estado Mayor Presidencial, y ahí estaba, acaso tapada por la altura de los agentes, Marta Sahagún con los hombros al descubierto y vestida a tonos rojizos, saludando a todos por todos lados.
"La gente llegó antes. Eso nos avisaron. Rápido nos pusieron a correr con la cocina de la Cumbre. En sus marcas, listos, fuera. Ya sabíamos que Marta había llegado y todo se convirtió en un corre y corre", recuerda Figueroa, nacida en Cotija de la Paz, Michoacán y quien es recordada por muchos tapatíos por su famoso minguiche preparado por años en su desaparecido restaurante La Cocina de Guille.
En términos de cocción y receta, el pequeño adelanto de tiempo fue primordial para que el coctel de mango, pepino y jugo de naranja no se sirviera tibio; para que la ensalada estuviera fresca, sin que las hojas de lechuga se fueran ablandando por el Sol.
"Yo estaba tan apurada en la cocina que no me di cuenta de las canciones que tocaban afuera. Había trajes típicos muy bonitos y bailables en una tarima frente a la mesa imperial que se decoró con unos centros de mesa hechos con sandías y bugambilias, sobre platos de barro de Cocula", agrega esta banquetera con 14 años de experiencia en el rubro culinario.
Se cuidó el mínimo detalle. Los manteles y servilletas para las mesas eran michoacanos, hechos a mano. De los 10 menús completos que el Estado Mayor le encargó para este evento, donde se incluía carne de res y platillos vegetarianos, uno fue el elegido: primero, un "pico de gallo" para refrescar el discurso de Sahagún antes de la comida. Luego vendría la ensalada de flores y hojas mexicanas con aderezo de tequila Cuervo 1800.
"Un tequila que da un toque rico a la ensalada, con el aderezo que se hizo 10 días antes para que reposara, se concentrara y tomara más fuerza y sabor", explica Guillermina quien aún recuerda las felicitaciones que recibía por parte de personalidades como Raúl Diblasio o Germán Dehesa, fieles comensales de su local antes ubicado a un costado del Teatro Galerías.
A las Primera Damas Marisa...
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