ConVino / Santa Misa y vinos

AutorAntonio Laveaga

Sabemos poco de los vinos de consagrar o vinos de misa, me voy un poco a la historia de este caldo en nuestro País. Aun cuando ya se hacía desde principios de la Conquista, es sabido y reconocido que México es el primer país de las Américas donde se funda formalmente la primer Vitivinícola, en 1597, que fue Casa Madero.

Dentro de los tropiezos del vino hubo un decreto de la Corona Española que prohibió sembrar nuevos viñedos y la producción de este elíxir, pues se decía que era muy malo y otra versión era contraria, que era muy bueno y estaba compitiendo con el español. Yo me quedo con esta segunda versión.

Debido a lo anterior el agua de vides solo se permitía hacer para fines religiosos y así se convierte y resurge como símbolo cristiano. El papel de la Iglesia se vuelve más importante porque resguardó, divulgó y desarrolló, a su manera, la cultura del vino. En pocas palabras la mantuvo viva.

Dionisio y Baco, deidades de la vendimia y el vino, son "relevados" por algunos santos cristianos bienhechores de la vid, San Vicente Mártir, San Urbano, San Isidro, San Gautier de Pontonoise, etcétera. Por más que le busco, a mi tocayo San Antonio no le encomendaron ese etílico encarguito.

El vino para consagrar debe ser producto de la vid, pero en caso de urgencia se puede usar otro, pero siempre que sea de buena calidad para que cubra dignamente las necesidades de la Santa Misa.

Conozco dos vinos mexicanos para consagrar -confieso hace mucho no los he degustado-, Sangre de Cristo y el de Domecq que así se presenta. Ambos "chaptalizados", lo que quiere decir que se le...

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