Convierten genes en arte

AutorMaría Silva

Quién iba a pensar que, por darse el gusto de plasmar su código genético en un cuadro, trascendería en el mundo del arte moderno de manera particular.

Esa forma tan peculiar y colorida de reproducir el ADN de una persona y convertirlo en una pieza artística motivó a los canadienses Adrian Salamunovic y Nazim Ahmed a fundar el sitio de internet DNA 11 (dna11.com), en donde es posible ordenar en línea un retrato con la impresión de esta información genética, que es única en cada individuo.

"La verdad, era una idea", comenta Salamunovic, "pero nunca como un negocio. Mi mejor amigo y yo empezamos haciendo algo divertido, interesante para nosotros.

"Yo era el primer cliente (ríe), pero luego mis amigos y amigas querían también uno, y así se fue dando, pero ahora es mundialmente conocida esta manera de arte tan personal, somos más empleados y estamos compartiendo esta idea con todo el mundo".

Salamunovic es hijo de padres bolivianos y habla cuatro idiomas. Desde su oficina en Ottawa, dice que él es quien se encarga del diseño de los cuadros, mientras que su mejor amigo, Ahmed, tiene un título de genética molecular.

No contentos con lanzarse como pioneros en este capítulo del ADN (o DNA, por sus siglas en inglés), enriquecieron su proyecto con la impresión de las huellas digitales y la boca, lo que ellos llaman "fingerprint portraits" y "kiss art portrait", respectivamente.

Actualmente, por petición de sus clientes, también hacen cuadros con el ADN de mascotas.

Este procedimiento sólo requiere seguir algunos pasos: accesar a este sitio, pedir un kit para la recolección del ADN (se extrae del interior de la boca), y después se solicitarán el tamaño, los colores y, si el cliente quiere, la obra lista para colgarse o enrollada en un tubo.

En todos los casos, se sigue la misma metodología para la recolección del material, ya sean huellas digitales o labios. Para reproducirlos, se incluye en el kit un lápiz labial de la marca Mac, pues cierto porcentaje de las ventas se destina a una fundación de beneficencia que apoya esta firma de belleza.

Después de que el cliente envía las muestras, sigue un proceso que tarda de cuatro a cinco horas, en el que participan máquinas y diseñadores. El envío de la obra se lleva de cuatro a seis semanas.

Se pueden combinar dos o tres ADNs, huellas o labios en un solo lienzo. Incluso el mismo cuadro se divide en partes iguales con las diferentes informaciones genéticas.

"Si se hace en pareja, puede verse en el mismo...

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