DE CONVICCIÓN LIBERAL / Principio de Annus Horribiles

AutorRoberto Newell

Si 2016 resulta tan terrible como su arranque, agárrense. Durante el último mes:

El mercado de capitales de China ha caído 14.1 por ciento, arrastrando a los mercados de capital del resto del mundo: El Índice S&P ha caído 4.8 por ciento, el de México 3.1 por ciento, el DAX 1.3 por ciento y el Nikkei 8.8 por ciento.

Desde diciembre 13, el peso se ha depreciado 3.3 por ciento contra el dólar, pero la nuestra no es la única moneda que ha caído. El euro bajó 2.0 por ciento, el yuan .9 por ciento; el real 7.7 por ciento y la libra esterlina 5.3 por ciento.

En ese mismo periodo, los commodities también bajaron: el maíz 5.5 por ciento y el petróleo (WTI) 19.7 por ciento. Solamente el oro se salvó de la masacre con un aumentó 2.7 por ciento.

Dos fenómenos explican lo que está pasando en los mercados. Parte de la explicación se encuentra en el conflicto en Medio Oriente entre los proxies políticos y militares de Irán y Arabia Saudita.

Últimamente, ese conflicto se ha intensificado, extendiéndose de Siria, Yemen y los territorios palestinos a otras zonas de Medio Oriente. La decisión del Gobierno saudí de ejecutar a varias decenas de terroristas y al principal líder religioso chiita de la península arábica, atizó las llamas del conflicto y puede orillar a las dos potencias regionales a un conflicto mayor.

El conflicto entre árabes y persas no es nuevo. La situación actual es un nuevo capítulo del conflicto histórico entre sunis y chiitas. Pero la turbulencia geo-política en Medio Oriente también refleja la decisión de Estados Unidos de buscar un mayor acercamiento al Gobierno de Irán, y muestra los efectos del relevo generacional de la familia real de Arabia Saudita.

La nueva generación quiere modernizar y diversificar la economía de ese país, y par ello, debe relegitimar el régimen político de la familia Saud, prestando apoyo a los fundamentalistas sunis en sus conflictos con el régimen chiita de Irán.

La otra fuente de turbulencia de los mercados se debe al estado de la economía de China. El desplome de su mercado de capitales inició a mediados del año pasado. Entre febrero y junio, el índice del mercado de Shanghai se duplicó, pero después se desplomó 58 por ciento, perdiendo todo lo que había ganado y otro cacho más.

La intervención del Banco Central de China fue costosísima, pero parecía haber calmado a los inversionistas, pero esa tranquilidad no duró mucho. El mercado chino empezó su más reciente caída en diciembre y en lo que va del año ha...

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