Controlará el Gobierno ingreso de transgénicos

AutorMarcela Turati

MEXICO.-El Gobierno federal desconoce desde hace cuántos años México ha importado alimentos modificados genéticamente, pero da por sentado que llegan revueltos en todos los cargamentos de granos.

A decir de José Luis Samaniego, coordinador de Asuntos Internacionales de la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (Semarnap), esta situación cambiará, gracias al Protocolo de Bioseguridad firmado recientemente, que permitirá a México saber cuáles son los vegetales o animales que fueron manipulados genéticamente y decidir si se introducen o no al país.

"El compromiso es bueno, van a pasar dos o tres años en lo que se implemente, pero es un buen paso. Una vez que entre en vigor es de esperarse que queden bien identificados", dice el negociador, quien reconoce que no se sabe desde cuándo los productos modificados genéticamente vienen mezclados con los normales.

En entrevista realizada recién llegado de Montreal, Canadá, donde se firmó el protocolo, el funcionario asegura que en un par de años los países exportadores tendrán que informar a sus compradores si a los alimentos se les introdujo la información genética de otro organismo para darle una propiedad diferente.

Ejemplo de organismos vivos modificados genéticamente que ya se producen en el mundo son el maíz al que se le agrega en su genoma la información genética de una bacteria para que sea inmune a las plagas; los tomates que no se pudren tan rápidamente como los normales; los campos de algodones de color azul; los plátanos con vacunas o los peces carpas que son más fuertes y grandes.

México se encuentra en el grupo de exportadores e importadores de organismos vivos modificados genéticamente, comúnmente llamados transgénicos, pues también desarrolla algunas legumbres, como tomates, calabacitas, chiles y pimiento morrón que generalmente contienen propiedades plaguicidas.

El Protocolo también obligará a los países que venden alimentos procesados a advertir en las etiquetas de sus productos que fueron hechos a base de organismos modificados genéticamente para que el consumidor decida si quiere asumir el posible riesgo de comprarlos.

Samaniego afirma que ninguna empresa mexicana que produzca transgénicos, como el grupo Pulsar, se verá afectada por el protocolo, pero reconoce que se tendrá que incluir en el precio de los productos el costo del etiquetado y del transporte de los alimentos, que deberán ser trasladados por separado de los tradicionales.

Sobre los posibles riesgos que...

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