CONTRAPUNTOS / Legalización de la mariguana

La prohibición no inhibe el consumo, y sí enriquece al traficante al darle un alto margen de utilidad.

Héctor Zagal

Voy al grano: la prohibición de la venta de mariguana es inoperante, incongruente, ineficaz y contraproducente. Estamos ante el dilema del mal menor. Lamentablemente sólo hay de dos sopas: o empoderar al narcotráfico o permitir la legalización de las drogas, al menos de la mariguana.

Si el Gobierno insiste en mantener la mariguana ilegal, que se ponga a trabajar, que sea coherente: ¡tolerancia cero!

Seamos realistas, cualquier joven sabe dónde comprar y fumar mariguana; que los policías vayan a cualquier concierto o pregunten en las misceláneas si venden "café".

Según los Resultados Preliminares de la Encuesta Nacional de Adicciones 2008, el 43 por ciento de los jóvenes entre 12 y 25 años están expuestos a las drogas. Insisto, los lugares de venta al menudeo son un secreto a voces. Las autoridades no quieren o no pueden cerrar todas las "tienditas".

Y aplicando la ley en unos casos sí y en otros no, la autoridad socava la norma. La convierte en letra muerta, quizá, tal vez, en moneda de cambio para negociar. La prohibición es, por tanto, inoperante.

Esta prohibición no nos blinda contra las adicciones. Lo afirma la misma Encuesta. Del 2002 a la fecha, el número de personas adictas a las drogas ilegales aumentó en un 51 por ciento. Ahora son casi 500 mil. El número de personas que las han consumido alguna vez en su vida se incrementó en 30 por ciento. Su total es de 4.5 millones. La tasa de consumo de mariguana pasó de 3.8 por ciento de la población en el 2002, a 4.4 por ciento en el 2008. La medida es ineficaz.

Las adicciones no se resuelven coercitivamente. La fórmula contra las adicciones está mas cerca del trinomio información-formación-regulación, que de la coerción legal.

Las leyes que mejores resultados han obtenido contra las adicciones no ilegalizan la droga, sino que la regulan. El típico ejemplo es el caso del cigarro. Es mucho más formativo y eficiente lo que se ha hecho contra el cigarro: regular su publicidad en radio y televisión y, en el DF, prohibir fumar en lugares públicos cerrados. Ello ha generado una mayor conciencia entre la población y ha controlado -incluso disminuido- el consumo de tabaco.

Otro caso es el del alcoholímetro, que castiga manejar con ciertos niveles de alcohol.

Desde el punto de vista de la adicción, acepto que lo legal no equivale a saludable. El alcohol y el cigarro, por ejemplo, son...

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