Contrapunto / Violencia contra las mujeres

AutorPatricia Espinosa y Amalia García Medina

Cultura de equidad

Patricia Espinosa

No sólo debe observarse la violencia como una trasgresión de los derechos humanos de las mujeres, sino como uno de los principales obstáculos para su desarrollo.

Hay vacíos legales para atacar la violencia y en algunas entidades es más penalizado robarse una vaca que violar a una mujer.

El tema de la violencia de género puede abordarse desde diversos puntos de vista, sin embargo, un aspecto medular es tener presente que este problema es una forma de expresión de los patrones de conducta y estereotipos sustentados en la tradición y en la cultura de muchas sociedades.

Desafortunadamente, los medios de comunicación, la familia y otras instituciones reproducen estos estereotipos que se asemejan más a la conducta de los animales que a la de seres humanos, que han establecido una serie de normas y leyes para regular las relaciones entre los individuos para una convivencia pacífica.

No obstante, la violencia que se manifiesta en diversas formas sigue siendo una práctica común en todo el mundo. Incluso se estima que el 50 por ciento de las mujeres que mueren por homicidio lo hacen a manos de su pareja (en algunos países esta cifra alcanza el 70 por ciento).

Las mujeres han avanzado significativamente en la construcción de una nueva identidad alejándose de los patrones de sumisión y obediencia a los hombres. La tensión que existe al asumir las identidades de género origina más violencia. Las mujeres son más conscien- tes de su posición de igualdad y de no permitir el maltrato, al sentir que pierden el control y poder de sometimiento, los hombres tienden a reaccionar en forma más agresiva.

Los motivos más comunes que desencadenan la violencia hacia las mujeres están estrechamente ligados a los roles de género. Los más comunes son la desobediencia, el cuestionar al cónyuge sobre el dinero o sus amistades femeninas, no tener la comida preparada a tiempo, no cuidar bien a los niños o la casa, negarse a tener relaciones sexuales y que el hombre sospeche que su pareja le es infiel. La forma de responder ante estos asuntos no sólo se manifiesta con violencia física, ésta puede ser verbal, emocional, sexual y patrimonial. Es usual que muchas veces las personas ignoren que están ejerciendo o padeciendo alguna forma de agresión.

Es necesario que a nivel individual reflexionemos sobre qué tanto utilizamos la violencia para someter a las y los demás, o como forma de dirimir nuestras diferencias y darnos cuenta de que es una...

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