A Contrapelo / Carlos Castillo Peraza, lectura obligada
| Autor | Juan García de Quevedo |
Para iniciar el año, me permito recomendarles a panistas que viven la "borrachera" gloriosa del triunfo y a priistas desilusionados con la derrota el libro "El porvenir posible", de Carlos Castillo Peraza en Fondo de Cultura Económica.
Este libro, que cuenta con una introducción extraordinariamente bien escrita por Alfonso Lujambio y Germán Martínez Cázares, es en estos tiempos lectura indispensable. Castillo Peraza fue un intelectual hecho y derecho pero también fue un intelectual que puso sus conocimientos al servicio de la política. Un intelectual que pidió ensuciarse las manos con el mundo de la política y todo lo que ella implica, que participó en todas las batalla del panismo de su tiempo. Lector de Maritain, teólogo influyentísimo de la Iglesia católica, aprendió que el pluralismo, supo que la democracia es un valores ético en sí y por sí porque se funda en la dignidad de la persona y en su libertad de conciencia.
Castillo Peraza es un cristiano desde su infancia hasta su madurez pero es un cristiano liberal, muy ajeno a la mochería el panismo jalisciense. Ejemplos de esa mochería panista sobran en estas tierras jaliscienses. Castillo Peraza perteneció desde joven a la Acción Católica pero eso jamás le impidió ser un auténtico liberal en materia de política. La razón es que estudió teología en Europa y que su cristianismo está muy lejos de ser un catolicismo de parroquia. Castillo Peraza vivió a plenitud la cuestión social, marcado por su tiempo, y nunca dejó de tener como desafío y preocupación esencial la pobreza y la injusticia social. Vivió a plenitud los movimientos católicos por la justicia y también vive el 68 con todo lo que ello implica.
Como periodista, por vocación trata todos los temas que están en la agenda de su tiempo y fija posiciones desde la perspectiva de un hombre culto perteneciente a una fe, pero con la libertad que da el haber leído a los autores que lo obligaban a estar las más de las veces muy al margen de los dogmas que impiden ver con libertad los asuntos y problemas del mundo. Como buen yucateco, sus posiciones políticas se expresan fundamentalmente en el Diario de Yucatán y después en el periódico REFORMA y en revistas caracterizadas por la buena ortografía y pensamiento coherente de las mejores publicaciones políticas y culturales de nuestro País. Participa en los foros de discusión entre intelectuales con el buen humor y sencillez conceptual que sólo pertenece a aquellos que tienen una sólida cultura...
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