A CONTRAPELO / Guardia Cristera

AutorJuan García de Quevedo

Me dicen los que lo conocen que el Gobernador Emilio González Márquez es un hombre sencillo, muy amable, de fácil comunicación, muy buen orador, de firmes convicciones y muy expresivo. Todo esto puede ser cierto, pero eso en nada quita la violación flagrante a la Constitución en lo que se refiere al artículo 130.

También se habla, y mucho, de que se trata de una estrategia para ganar muchos votos en las elecciones intermedias y muchos priistas recomiendan guardar prudente silencio y no caer en la trampa, mientras otros muchos priistas buscan al Cardenal para mostrarse solidarios. Lo cierto es que el Gobernador tiene las primeras planas de un asunto que se comenta y comenta en la Ciudad de México.

En fin, pudo ser estrategia o lo que se quiera, pero ninguna estrategia es permisible violando la Constitución. Esto, simple y sencillamente no debe hacerse, aunque el motivo sea piadoso. Porque si una estrategia política significa que hay que violar la Constitución con absoluta impunidad, lo que sigue es cualquier acto de autoridad que pase por encima de toda legalidad. Si no hubo estrategia política y sólo el deseo de favorecer a la Iglesia de la que es miembro, no quita en nada la violación a la Constitución que el Gobernador juró respetar, cumplir y hacer cumplir.

Ahora, lo que sucedió en Arandas, francamente rompe los límites de lo imaginable: declararse juarista, "juarista de Benito Juárez", y al mismo tiempo sostener su posición de la macrolimosna es francamente pasarse de todo límite. Esto se llama simple y sencillamente provocación. Declararse juarista, con guardias cristeras para defenderlo, forma parte de un guión cinematográfico escrito por el más surrealista de los escritores. Todo esto está más allá incluso de la ficción.

Aquí sólo hay dos alternativas: o el Gobernador se ríe de nosotros o quiere conseguir que terminemos en risas. Cuando escribo nosotros me refiero evidentemente a los que pedimos, exigimos que se respete la Constitución. Lo grave, al margen del sentido del humor, es que el Gobernador sabe que difícilmente pasará algo porque, como lo dijo, son pequeñas minorías a las que nos importa que se respete la Constitución y todo lo que ello implica.

A mí lo que realmente me indigna es que el Gobernador se pueda estar divirtiendo con todo este asunto de la mayor gravedad. La apropiación del Estado por una persona, o sea la privatización del Estado para que una persona gobierne y decida sobre los impuestos de los ciudadanos de...

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