CONTRACORRIENTE / Los príncipes al poder

AutorFarid Kahhat

El que la mayoría de sus integrantes sean designados como "príncipes" revela buena parte del problema con el nuevo liderazgo chino. Digamos que el hecho de que un dirigente político deba el cargo a lealtades partidarias antes que a méritos personales o profesionales es un gaje del oficio. Pero que un criterio adicional de selección sea el haber tenido una crianza privilegiada por ser descendientes de antiguos dirigentes del partido oficial, parece algo propio de la nobleza hereditaria antes que del igualitarismo comunista. Pero no solo serían príncipes por los privilegios que heredan, sino además por los que obtienen una vez en el cargo. Así, según una investigación del New York Times, la familia del anterior Primer Ministro, Wen Jiabao, habría acumulado una fortuna cercana a los 3 mil millones de dólares durante su permanencia en el cargo.

Se comprenderá entonces la presunción según la cual el liderazgo encabezado por Xi Jinping sería reacio a cualquier cambio contrario a los intereses de la realeza partidaria. Aunque el instinto de supervivencia podría recordarle el penoso final de diversas monarquías en el mundo (incluyendo la de China), en cuyo caso tendría un margen de maniobra con el que no contó inicialmente su predecesor. Así, mientras Hu Jintao recibió la presidencia de la Comisión Militar Central del Partido recién al cabo de su segundo año en la presidencia, Xi Jinping ejercerá todas las atribuciones del poder ejecutivo desde el primer día.

Por ejemplo, es probable que Xi Jinping profundice algunos cambios en materia de política económica que ya están en curso, como el de propiciar que el crecimiento de la economía dependa cada vez menos de exportaciones con escaso valor agregado, y cada vez más del consumo interno. China padece de unas 500 protestas diarias a lo largo de su territorio, por motivos que van desde intentos de expulsar pobladores de sus viviendas (dado que el terreno en el que se edificaron es propiedad del Estado), hasta demandas por autonomía regional, pasando por reivindicaciones salariales. Las políticas redistributivas que pretenden poner coto a esas protestas cumplen con la función señalada de incrementar el consumo interno.

Aunque la principal política redistributiva al alcance del gobierno chino (la cual además generaría una asignación más eficiente de los recursos), sería la reforma del sector público. Reforma que...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR