CONTRACORRIENTE / Movilizaciones estudiantiles en Chile

AutorFarid Kahhat

Si asumimos que un objetivo de la izquierda en América Latina es reducir la desigualdad en la distribución del ingreso, existiría entonces un argumento de izquierda en favor de priorizar el gasto público en educación escolar por sobre el que se destina a la educación superior (V., la evidencia sugiere que la desigualdad comienza a una edad temprana, una alta proporción de quienes acceden a la educación superior proceden de los estratos medios, y a diferencia de la educación superior, la educación escolar aspira a una cobertura universal). Medido en términos per cápita, el gasto público en educación no suele cumplir con esa condición en América Latina. ¿Podría eso justificar que Chile sea el único país de América Latina en el que no existen universidades, sean estas públicas o privadas, en las que la educación sea gratuita?

Por diversas razones, la respuesta es no. La desaparición de la educación superior gratuita se produjo durante el Gobierno de Pinochet. Es decir, un Gobierno durante el cual se emplearon fondos públicos para rescatar bancos privados, y bajo el cual se inició un crecimiento sostenido del gasto en defensa que difícilmente puede justificarse con base en las necesidades de seguridad de Chile. Por lo demás, el gasto público en educación superior (sin mencionar el gasto destinado a investigación y desarrollo, y a diferencia de la mayor parte del gasto en defensa), crea un capital humano que eleva el potencial de crecimiento de la economía. Podría argumentarse entonces que, antes que reducir el gasto en educación superior en favor de la educación escolar, debería reducirse partidas como la de defensa en favor de la partida presupuestal destinada a la educación en su conjunto (sobre todo teniendo en consideración que la minería aún da cuenta del 62 por ciento de los ingresos por exportación, una actividad basada en recursos no renovables y cuya evolución depende de precios internacionales).

De otro lado, que el efecto distributivo del gasto público en educación superior sea menos progresivo que el del gasto público en educación escolar, no implica necesariamente que aquel tenga un efecto regresivo sobre la distribución del ingreso. De cualquier modo, condicionar el gasto público por educando a su capacidad económica o su desempeño académico, no requiere eliminar la gratuidad de la enseñanza para el conjunto de los estudiantes. Sobre todo teniendo en cuenta que, según un estudio, la combinación de la eliminación de la gratuidad...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR