CONTRACORRIENTE / No destapen la champaña por Iraq

AutorFarid Kahhat

Claro que se trata de la misma guerra que su país ya había ganado en mayo de 2003, cuando el propio Bush proclamó con convicción pero sin conocimiento la frase "Misión Cumplida".

Sería prudente por ello preguntarse si esta segunda victoria es más verosímil que la primera.

Dejemos de lado los bemoles habituales (Vg., se trató de una guerra ilegal, librada para buscar armas de destrucción masiva que ya no existían, pero que en su momento Saddam Hussein adquirió con el beneplácito de los Estados Unidos).

Prescindamos también de los estragos que las sanciones internacionales produjeron en Iraq antes de la guerra (habiendo provocado la muerte de medio millón de niños hacia 1999, según la agencia de Naciones Unidas para la infancia, la UNICEF). En otras palabras, aceptemos la premisa de que, en retrospectiva, la ocupación de Iraq podría redimirse por sus resultados.

Comencemos por establecer cuales son los resultados relevantes. Recordemos que la guerra en Iraq era parte de un proyecto de más largo aliento, cuyo propósito último era transformar el "Gran Medio Oriente" (que, bajo esa denominación, incluía por primera vez a Afganistán y Paquistán). El resultado final sería el de crear en esa región democracias prósperas y estables, aliadas de los Estados Unidos en el combate al terrorismo islamista.

Juzgada en base a ese objetivo, la nueva estrategia no sale bien librada. Empecemos con las nuevas adiciones al Medio Oriente.

Según un reporte de la BBC, el 2007 fue el año en el que la coalición liderada por Estados Unidos sufrió el mayor número de bajas en combate desde el inicio de la ocupación de Afganistán en octubre de 2003.

Lo cual se debió a que el número de ataques lanzado por los remanentes del movimiento Talibán aumentó en un 20 por ciento respecto al 2006 (incluyendo un crecimiento exponencial de los ataques suicidas).

Y, probablemente, la situación de Afganistán sería peor si, según el mismo reporte, la producción y tráfico de opio no dieran cuenta de un tercio de la economía del país, y la ayuda externa no diera cuenta de la mitad del presupuesto del Gobierno central (asumiendo que tal cosa exista en Afganistán).

En cuanto a Paquistán, dos datos anecdóticos ilustran la evolución de los acontecimientos en ese país: en su edición del 29 de octubre pasado, el titular en cubierta de la revista "Newsweek" rezaba así: "La Nación más peligrosa del mundo no es Iraq, es Paquistán".

Coincidentemente, en la cubierta de su edición del 5 de enero de...

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