Consume crisis bonos de carbono
| Autor | José Eseverri |
La desaceleración de la economía mundial y una reducción en el consumo de combustibles depreció en más de una tercera parte los bonos de carbono en el mundo, que sirven a países como México para captar recursos para financiar proyectos ambientalmente limpios.
Los precios de estos instrumentos financieros han caído desde 22 euros, su punto más alto en el verano de 2008, hasta los 7.55 euros, al cierre de ayer.
Esta cotización hace inviables muchos proyectos debido a que el dinero que se recibe por la reducción de emisiones no es suficiente para financiarlos, afirmó Gabriel Quadri, director de la firma Ecosecurities.
"Con la disminución de la actividad económica hay un menor consumo de combustibles y las emisiones de gases efecto invernadero se reducen, por lo que se relaja la necesidad de empresas y gobiernos de comprar bonos de carbono", explicó Quadri.
Los principales compradores de los bonos son empresas europeas, que tienen 70 por ciento del mercado.
En esa región, las industrias tienen un tope de emisión de contaminantes, cuando no pueden cumplirlo le compran a otra empresa su permiso o salen a adquirir los bonos de carbono emitidos en países como México, que certifican ante sus gobiernos una baja en las emisiones.
Ante la recesión, los "topes para contaminar" quedaron sobrados lo que hace poco atractivo comprar bonos, lo cual bajó su precio.
Eduardo Piquero, director de negocios de la firma MGM International, señaló que la mayoría de los proyectos en México que buscan este medio para financiarse pueden llevarse a cabo si la cotización de los bonos no cae por debajo de los 6 euros.
En 2008, el valor del mercado global de carbono fue de 118 mil millones de dólares, de los cuales el Mecanismo para un Desarrollo Limpio (MDL), en el cual participa México, representó 5 mil 800 millones.
El País cuenta con proyectos registrados por el 3.23 por ciento del total de ese monto, es decir, unos 200 millones de dólares anuales hasta 2012, cuando termina la vigencia del protocolo de Kioto.
Sin embargo, Quadri estima que apenas se recibirá 30 por ciento de estos bonos porque muchos proyectos ya registrados no se realizarán y otros estarán por debajo de las estimaciones, debido a fallas técnicas o retrasos en su ejecución.
Los proyectos más afectados serán los que su financiamiento depende totalmente de los bonos, como la quema de gas metano en rellenos sanitarios o biodigestores de desechos en granjas porcícolas.
Otros proyectos, por ejemplo de...
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