Contrapuntos/ Las consultas ciudadanas: error y consenso

Marco Vinicio Gómez Meza y Abraham Nuncio

Marco Vinicio Gómez Meza

Las consultas ciudadanas deberían de efectuarse cuando éstas tengan validez científica, de lo contrario, se estarán desperdiciando recursos, evidenciando la falta de seriedad del patrocinador y la ausencia de respeto a la ciudadanía.

EL AUTOR es profesor de la Facultad de Economía de la UANL.

En los últimos años, la popularidad de las consultas ciudadanas se ha incrementado de manera significativa. Ahora es muy común que líderes de partidos políticos, gobernantes en turno y directores de medios de comunicación lleven a cabo consultas ciudadanas.

El propósito de dichas consultas, o estudios de opinión, debería de ser el obtener información actualizada, confiable y en la cantidad que se requiera sobre algún tópico de interés. Ejemplos de esto son: la disposición del ciudadano para participar en equipos de ayuda social, la opinión de los adultos sobre la privatización de PEMEX y la proporción de mexicanos que apoyan la reelección de los diputados.

Es cierto que toda consulta ciudadana proporciona información, pero también es correcto afirmar que no cualquier consulta ciudadana proporciona información válida y confiable. Lo anterior debido principalmente a los errores que siempre estarán presentes, en mayor o menor magnitud, en los estudios de opinión.

El responsable de la consulta desearía eliminar todas las fuentes de error, (de muestreo y no de muestreo), sin embargo, esto es imposible, y lo más que se puede hacer es controlar y minimizar los errores asociados a dichas fuentes.

Solamente las muestras probabilísticas, aquellas muestras en las que cada elemento de la población tiene una probabilidad positiva de que sea incluido en el estudio, cuentan con los requisitos técnicos necesarios para que la información contenida en ella se pueda extrapolar a la población objetivo.

Por lo tanto, las consultas en las que se ponen a disposición de la ciudadanía números telefónicos para las opciones de respuesta consideradas de acuerdo a una pregunta conocida, no tienen validez científica. Es decir, dado que no se obtiene una muestra probabilística, es incorrecto extrapolar lo encontrado en la muestra. En ocasiones se pretende validar este tipo de consulta por medio de un tamaño de muestra grande (decenas de miles de participantes), sin embargo, el efecto de esto es incrementar el sesgo presente en el estudio. En este caso, uno de los principales problemas es el de autoselección, los ciudadanos deciden si participan o no en la consulta y la experiencia acumulada indica que estos dos grupos son altamente contrastantes.

Las consultas en donde se establecen módulos, o ubicaciones específicas, para que...

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