Consideran albergues 'campos de concentración'

AutorMarcela Turati

En los albergues escolares instalados por el Gobierno, alrededor de 60 mil niños indígenas viven como en campos de concentración, reconoció ayer el Subdirector de Operaciones y Desarrollo del Instituto Nacional Indigenista (INI), Luis Vega Chacón.

Son cerca de 60 mil los niños de 6 a 14 años de edad, que viven hacinados en los mil 79 viejos albergues gubernamentales que reciben mantenimiento cada ocho años, en promedio, y donde se reemplaza el mobiliario cada 16.

Donde viven bajo techos de lámina, no tienen mejor comida que en su casa y no se salvan de la desnutrición; tampoco de maltratos o de un mal aprendizaje escolar. Donde los maestros que los atienden aguantan un promedio de tres años.

"Ya hemos tenido casos de niños que porque los maestros se aburren y se van dejándolos solos, por poco mueren calcinados.

"En Chiapas, el año pasado había dos niños en un albergue -que ni siquiera pertenecían ahí- pero dormían en las camas cuando se incendió todo. Esto es un campo de concentración, los concentras, los tienes ahí a cargo de un maestro al que le pagas poco", dice el funcionario encargado por la nueva administración de este asunto.

Ese no fue el caso más grave registrado. El año pasado, en el poblado de Cusárare, en la Sierra Tarahumara, una interna denunció ante las autoridades judiciales que fue violada por los encargados del albergue donde vivía.

"Hay casos en que los techos son láminas perforadas y cuando llueve los niños se tienen que hacinar en un rincón", denuncia en entrevista.

Para el funcionario está agotado y necesita ser rediseñado el modelo del albergue que ofrece alojamiento y comida de lunes a viernes a los menores indígenas que viven alejados de las comunidades que cuentan con escuelas, y que actualmente atiende a niños de 40 lenguas indígenas.

Con base en estudios realizados, Vega documenta el fracaso:

"El rendimiento escolar entre los que acuden al albergue y los que duermen en sus casas es igual, no hay diferencia significativa y los niveles de...

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