Conservar la diversidad

AutorDiana Gutiérrez

Tras revisar miles de grabaciones sobre música indígena que Aurora Valderrama realiza en la fonoteca de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), la etnomusicóloga confiesa que preferiría dejar de tocar son huasteco.

"Está desplazando a las expresiones musicales de la región que, incluso, son sus antecesoras como los sones de costumbre. Entonces la gente cree que el huapango es lo único que se toca allá", lamenta.

En la Huasteca, la música que se toca en los funerales, bodas, bautizos y actividades de la vida cotidiana es denominada son de costumbre.

"Los jóvenes se han abocado al desempeño y lucimiento virtuoso del huapango para apantallar a la gente, olvidando las danzas para bendecir la siembra o cazar un mapache", apunta Eduardo Bustos, compositor de cerca de mil versos y 40 sones.

Para Valderrama, la labor de los músicos del DF interesados en la Huasteca debería trascender la mera transmisión de lo que en la región se estila, en términos musicales.

"Me esfuerzo siempre por enseñarle a mis alumnos pequeños la riqueza de la cultura huasteca, compongo para enriquecer el repertorio de otros tríos y en cada presentación toco un son de costumbre por lo menos", afirma Bustos...

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