Consejos humanos de todo corazón

AutorTía Remedios

Ni sabe qué tiene y ya se enterró

Tía, te escribo porque estoy preocupado, fíjate que el otro día me sentí mal y fui al médico. El doctor puso cara de que algo anda mal, pero me dijo que era mejor hacerse exámenes para estar seguro. A mí me da pánico hacerme esos estudios porque me podrían decir que tengo algo incurable. Ni siquiera lo he hablado con mi familia, ni mi esposa sabe que fui al doctor. Por un lado no quiero alarmarlos, pero si sale que tengo una enfermedad maligna, lo van a notar. ¿Qué hago, salgo de dudas, aunque me cueste hundirme en la depresión?

Sergio Regalado

Querido Sergio, no te entierres antes de estar muerto. Ahora todo está pasando en tu cabeza, en la realidad el médico sólo te envió a hacer estudios para darte un diagnóstico acertado y no empezar a darte medicina sin conocimiento de causa. Te sugiero que aprendas a vivir sólo en la realidad y no en todo lo que tu mente produce, todos esos pensamientos son los que causan angustia, miedo e inestabilidad. Date cuenta, ya te viste deprimido y todavía ni siquiera sabes de qué se trata lo que te pasa. La realidad, insisto, es que tienes que hacerte estudios para que te digan qué es lo que tienes y cuando lo sepas podrás empezar a hacer el tratamiento que necesitas. El panorama catastrófico sólo está en tu mente. Y aún cuando el diagnóstico sea el de una enfermedad incurable, tienes dos opciones: disfrutas de la vida al máximo por el tiempo que sea o te entierras en el momento mismo del diagnóstico y arrastras a toda tu familia al caos por tu incapacidad para enfrentar la realidad.

Lo madrugan con la morra

Que tranza Tía, en mi cuadra hay una morra bien chida y la neta me late un chorro y yo a ella. La morra es bien alivianada, se viste con falditas y no se da su taco. Me llevaba muy bien con ella y estaba a punto de decirle que me compartiera sus cositas, pero el otro día hubo un toquín en la cuadra y yo la estaba buscando para echar el faje, pero la chava ya estaba cambiando fluidos con otro cabrón. La neta sí me ardí, porque la chava me había dado entrada y no me pareció, así que me le fui a los madrazos a este man. Ahora esta morra ya no me pela, no me habla y te quiero pedir un consejo para que...

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