Consejos humanos de todo corazón
| Autor | Tía Remedios |
Quiere trío... y no de boleros
Hola, Tía Remedios. Lo que pasa es que me gustaría que publicaras mi caso un lunes. A mí me gusta mucho tener sexo con mi mujer, pero me gustaría hacer un trío con ella, sólo que no sé cómo proponérselo, así que no sé qué me recomiendas tú, si proponerlo o no proponerlo, espero que me puedas ayudar. Muchas gracias, Tía.
Sobrino
¡Hooola!, querido sobrino. No existen palabras mágicas que hagan que una persona haga algo que no desea. Si quieres un trío tienes que decirle a tu esposa que es algo que te gustaría hacer y a ver si ella acepta complacerte. En el seno de la pareja se vale toda aquella práctica en la que los dos estén de acuerdo, sin que alguno presione o amenace al otro. Si se lo pides y ella dice que no, tendrás que respetar su decisión. Y lo que puedo decirte es que si acepta, después deberán organizar las emociones que resulten del asunto de meter a una tercera persona en la cama, y si no acepta, pues no va a pasarte nada, seguirás teniendo la fantasía de tener un trío y la idea te seguirá provocando excitación.
Etapas de los duelos
Tía Remedios, buen día. El otro día dijiste en tu columna que en los duelos hay diferentes etapas, pero a mí me gustaría que me explicaras en tu periódico METRO, cuáles son las diferentes etapas de un duelo, ya sea una muerte o la separación de una pareja. Por favor, Tía. Muchas gracias.
Germán "Boby Galeana", 60 años, jubilado
Querido Germán, los autores hablan de cinco etapas: Negación, no poder aceptar lo ocurrido. Ira, sentir mucho enojo ante la pérdida. Negociación, "tal vez si hubiera sabido, habría hecho las cosas diferente". Depresión, "que triste me siento por esto que ha pasado. Aceptación, "de acuerdo, nada hay que hacer más que seguir adelante. Esto que ha pasado es parte de la vida". Y te comento que no todas las personas pasan por todas las etapas de duelo, y tampoco hay un orden para vivirlas cuando se tiene una pérdida. Y el reto para hacer un duelo saludable (que no enferme o se arrastre eternamente) es darse oportunidad de sentir y reconocer que se está en un proceso de duelo, no tiene plazo, pero hay quienes hablan de por lo menos un año para atravesar un duelo sano. La jubilación, por ejemplo, da para un proceso de duelo porque se cambia de estatus en edad, en actividad, en la imagen que se tiene de sí mismo. Aceptarlo es reconocer que ya se han dado pasos suficientes, que no hay nada que demostrar y que hay una sabiduría que sólo da el tiempo vivido.
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