Consejos humanos de todo corazón

AutorTía Remedios

Quiera dar lo que no dio

Hola, Tía Remedios, ya estoy jubilado. Hace tiempo conocí a una muchacha con la que procreé un hijo; en la actualidad ya tiene más de 40 años y no hace mucho la vi por el Metro San Cosme, pero me atonté y ya no la pude alcanzar para preguntarle su teléfono y demás datos. Quisiera que me dijeras cómo le puedo hacer para contactarla, ella se llama Margarita Ocampo Cruz. Quisiera que me ayudara, Tía, quiero encontrarla y quiero reponer lo que antes no le dí. Desde ese día que la vi, he vuelto varios días a ese lugar a ver si la vuelvo a ver. Espero me puedas ayudar, Tía, gracias.

Eduardo G.

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¡Hooola!, querido Eduardo. Vayamos por partes. Nadie puede reponer el pasado. Si ahora quieres apoyar a esa mujer, madre de tu hijo, será en el presente, del pasado no puedes reponer absolutamente nada. Es más, quién sabe si ella quiera algo de ti. Si cuando más te necesitó te desapareciste, seguro que se las arregló como pudo, así que tal vez ahora no tenga ganas de tu ayuda. En fin, aquí está publicado su nombre, si a ella le interesa que la contactes seguro dejará sus datos, y confiemos en que lee Metro para que pueda hacer eso.

Deja la bebida y la "felicidad"

No tengo nada más que felicitarte, tía, tus artículos ayudan a muchas personas. Agradezco al señor por el gran corazón que tienes y te mando muchas bendiciones. Mi duda es la siguiente: mi esposo tuvo durante muchos años un problema de alcoholismo que pudimos superar en familia, gracias a que fuimos a la iglesia, le rezamos a nuestro señor Dios Jesucristo y nos apoyamos mucho en un grupo de Alcohólicos Anónimos.

Sin embargo, desde que pasó todo lo malo está muy tranquilo, ya no se le ve la felicidad que tenía antes cuando estaba sobrio, ya no es cariñoso, ya no me busca para que consumamos nuestro amor.

No sé qué hacer, tía, porque lo amo mucho, pero siento que esa forma tan linda de ser era porque se sentía culpable de tener esa cochina adicción y que ahora sale a flote su verdadera naturaleza.

No quiero recriminarle nada porque tengo miedo de que lo tome a mal y vuelva a caer en el alcohol y se le olvide todo el trabajo que pasamos. ¿Qué hago, tía?, ¿lo dejo ser como es y no me quejo? Tengo mucho miedo, tía, ayúdame.

Sobrina, 45 años, ama de casa

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Querida sobrina, gracias por todas esas bendiciones y espero que también tú recibas las que te corresponden en esta vida. Hiciste que saltara de mi silla cuando te leí, a ver, ¿cómo está eso de: lo dejo ser como es y...

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