De todo corazón consejos humanos

AutorTía Remedios

Chavo busca chava

Hola, Tía, te mando saludos. Lo que pasa es que la verdad no tengo chava y me gustaría saber si me podría ayudar a buscar una con los muchos casos que hay, porque he visto que hay chavas que andan buscando como yo.

José Manuel, El Cholo, 16 años.

¡Hooola!, querido José Manuel... Mmmmmmm... Me echaré un clavado en mi bolsa a ver si sale una novia para ti. Esta tía busca, busca, busca y busca... y ¿quéééé crees? ¡No encontré nada! Porque así como no sé quién eres tú ni dónde encontrarte, tampoco sé quiénes son ni dónde encontrar a las chicas que me escriben y que también andan en busca de galán. Te recomiendo que confíes en ti y busques una novia en los sitios en donde andas. Si estudias, seguro hay muchas chicas de dónde escoger, y si trabajas, también. Éxito en tu misión, y también te mando ¡muuuuuchos saludos!

Trastornado y obstinado

Hola, Tía Remedios, mira espero no desesperarte con mi caso, pero me siento morir. Antes yo era un fiel lector de tu columna, porque tus respuestas me parecen muy acertadas y responsables.

El periódico lo compran en mi trabajo, y siempre que tenía tiempo leía tu columna, también lo hacía por morbo, porque te encuentras cada caso bien loco, pero también leí casos en los que te escribían hombres que se habían metido con otro hombre. La primera vez que leí un caso de esos me sacó de onda porque pensaba que la homosexualidad se daba desde niño o en la adolescencia, pero nunca de adulto y menos ya casados. El 29 de marzo, ese maldito sábado no lo olvido. Ese día me encontraba leyendo tu columna y leí de un chavo que no sé qué le pasó en su trabajo al abrazar a otro. Y empezó mi pesadilla que al día de hoy no termina. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo y en mi cabeza sentí como si se hubiera volteado mi cerebro, como si se hubiera oprimido un botón y se apagara mi vida, fue impresionante, Tía.

Soy casado, con una hermosa angelita de casi 10 años, mi trabajo trata de reparación de líneas telefónicas y de internet. Ese mismo día fui a una casa y una señora de no mal ver me coqueteó y no sentí nada, antes hubiera salido con mi pene erecto. Desde ese momento empecé a idear cosas mi mente, la primera fue ya no te gustan las mujeres.

Al día siguiente fui al hospital a ver a mi mamá y en el camino iba un chavo en bici, era güero, y empecé a preguntarme, ¿por qué lo viste?, ¿por qué te gustó? Empecé a pensar que ahora me iban a gustar los hombres.

Lo que me está matando es que desde ese maldito sábado...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR