Consejos (feministas) para madres primerizas
| Autor | Alejandra Carrillo |
Las madres perfectas no existen.
Sin embargo, socialmente se le sigue exigiendo a las mujeres que tienen hijos e hijas que lo sean.
Que no todo es color de rosa y que también hay días tormentosos en la experiencia es lo que Andy Hernández, comunicóloga egresada de la Universidad de Guadalajara, hace todos los días en varios de los grupos de madres latinoamericanas que comparten sus experiencias, miedos y angustias y se acompañan en este proceso.
Ella se considera maternofeminista y es madre de un niño de dos años. Desde allí, desde su propia experiencia, es donde trabaja con otras mujeres que deciden ser madres y cuestiona los medios de comunicación tradicionales que no hablan del tema y que engrosan los clichés que llenan de culpa a las mujeres que ejercen la crianza.
"Mi maternidad fue sorpresiva, pero tuve la oportunidad de elegir si quería ser o no mamá. Me cayó el 20 de llevar a la práctica esta consigna del feminismo: la maternidad será deseada y libre o no será", explicó.
Allí se dio cuenta de lo normalizada que está la violencia hacia las madres casi desde el primer momento, donde, por un lado, en muchos trabajos no reciben condiciones dignas para el embarazo, pero también en hospitales públicos no se les deja elegir la forma de su parto y luego cómo lactar, cómo cuidar a sus bebés, si dormir con ellos o no.
"Como feministas estamos luchando por ser nosotras las que tengamos la libertad de elegir sobre nuestros cuerpos. No importa en qué corriente creamos, si lo natural es mejor o qué límites tomar, la mejor decisión es cuando es elegida, cuando una puede decidir por sí misma", dijo Andy.
Los discursos totalizantes de la crianza que explican cómo debe ser una madre, cómo se debe cuidar, cómo imponer límites o no, solamente generan en la madre culpa. Esta culpa, por su parte, genera momentos de explosión que pueden tornarse violentos, explica la especialista.
Es por ello que Andy Hernández, maestrante en gestión y desarrollo social en la UdeG, considera de suma importancia los espacios en los que las madres puedan compartir entre ellas sus experiencias y sentirse menos solas.
En estos grupos las mujeres comparten espacios de escritura, lecturas, experiencias personales y en fin, un grupo de apoyo y para las dudas que surgen.
"Cuando vas a ser madre lo primero que te dan son libros y manuales para la crianza, que hablan de formas muy absolutistas de ser madre. Yo me pregunté en qué momento podría permitirme ser la mamá que realmente...
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