El Congreso no puede fallar

AutorLaurence Pantin

"Hay que romper totalmente con los estilos y las prácticas del corporativismo. Cualquier ciudadano debería poder autoproponerse o proponer a otro".

John Ackerman

"Que el candidato a consejero no esté comprometido políticamente con ningún partido, pero que haya demostrado su compromiso con la democracia".

Jorge Carpizo

"La designación de los consejeros en 2003 mostró los graves inconvenientes de una consulta reservada a los partidos sin que ni siquiera los propios diputados conocieran los pormenores de la selección".

Miguel Ángel Granados Chapa

"Por ética y conveniencia propia, es mejor que privilegien los antecedentes de imparcialidad de los consejeros, más que su presunta simpatía o antipatía respecto del partido A o B".

Eduardo R. Huchim May

"El mecanismo ideal para seleccionar a los consejeros del IFE únicamente existe en el reino, efectivamente, de lo ideal".

Lorenzo Meyer

La Cámara de Diputados está a punto de iniciar el proceso de designación del consejero presidente y de dos consejeros del Instituto Federal Electoral, conforme a lo acordado en la reforma constitucional en materia electoral.

La reforma prevé que, en un plazo no mayor a 30 días naturales después de su publicación, los consejeros sean elegidos "por el voto de las dos terceras partes de los miembros presentes de la Cámara de Diputados, a propuesta de los grupos parlamentarios, previa realización de una amplia consulta a la sociedad". Sin embargo, la falta de precisión del enunciado deja mucho margen a los legisladores para escoger el método de selección de los consejeros electorales.

Consultados por Enfoque, cinco especialistas hablan sobre el mecanismo ideal para nombrar a los nuevos consejeros del IFE: John Ackerman, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México y autor de Organismos autónomos y democracia: el caso de México; Jorge Carpizo, experto en derecho constitucional del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, quien como secretario de Gobernación presidió el IFE en 1994; Miguel Ángel Granados Chapa, periodista y consejero ciudadano del IFE entre 1994 y 1996; Eduardo Huchim May, ex consejero del Instituto Electoral del Distrito Federal, y Lorenzo Meyer, historiador e investigador de El Colegio de México.

Los expertos proponen fórmulas para evitar una nueva crisis como la ocurrida en el proceso electoral del año pasado, con un IFE que en el 2003 fue renovado sin los votos del PRD y en medio de suspicacias.

Urgen a que el proceso de selección sea transparente y sugieren que los candidatos comparezcan en audiencias públicas, de preferencia transmitidas por el Canal del Congreso. También subrayan la importancia de que los consejeros sean escogidos por su conocimiento y trayectoria profesional, y no por sus compromisos políticos, pero también estiman que los partidos deben buscar un consenso a la hora de determinar quién jugará el papel de árbitro en las próximas elecciones federales.

¿Cuál es el mecanismo ideal para seleccionar a los nuevos consejeros electorales?

John Ackerman

La crisis electoral que vivimos en 2006 fue principalmente responsabilidad de los individuos que estuvieron a cargo de las instituciones electorales, tanto del IFE, como del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, como de la Fiscalía Especial para los Delitos Electorales. No le resto de ninguna manera importancia a la reforma electoral, es histórica y fundamental. Sin embargo, si bien la crisis del año pasado fue en parte por lagunas en la ley, el principal problema fue el desempeño deficiente de nuestras instituciones. Por lo tanto, el cumplimiento de la nueva legislación dependerá de la creatividad, el arrojo, la valentía y el compromiso de las personas a cargo de las instituciones electorales.

Hay un detalle importante con respecto al nombramiento de los primeros tres consejeros nuevos. Se requiere que la nueva ley esté aprobada dentro de 30 días y también el nombramiento de los consejeros. Entonces, estrictamente hablando, los primeros tres consejeros no van a entrar con el nuevo procedimiento legal. La Constitución dice que debe haber una amplia consulta a la sociedad. Eso sí se tiene que dar, pero no va a haber tiempo para que este nombramiento sea reglamentado por una nueva ley.

Ahora, una "amplia consulta a la sociedad" puede implicar todo y nada. En México tenemos una larga historia de "consultitas", donde se consulta pero no se toma en cuenta. Existe, por un lado, la opción minimalista de que los grupos parlamentarios seleccionen a sus candidatos y luego los remitan a la sociedad para que den opiniones. Al otro extremo -que es por donde deberíamos caminar- existe la posibilidad de emitir una convocatoria pública. Esta convocatoria debería estar totalmente abierta. Ni siquiera veo la necesidad de que las propuestas vengan de parte de las universidades o las ONGs. Hay que romper totalmente con los estilos y las prácticas del corporativismo. Cualquier ciudadano debería poder autoproponerse o proponer a otro.

Jorge Carpizo

Hay dos aspectos, el legal y un segundo aspecto que llamaría el consenso. Desde el punto de vista legal, considero acertado el procedimiento que se ha propuesto en la reforma y que tiene antecedentes ya desde hace muchos años, esto es, que quien designa es una de las Cámaras del Congreso de la Unión. ¿Por qué? Porque son los representantes que han sido electos, tienen una legitimidad en el sistema democrático y porque en esa Cámara están representadas las más diversas ideologías del país, es decir, allí se encuentra representada la pluralidad nuestra. También estoy de acuerdo en que el nombramiento debe de ser con un quórum de votación calificado porque eso, desde un punto de vista jurídico, garantiza o pretende garantizar que el designado tiene un alto grado de aceptación de esas fuerzas políticas.

Pero, ahora bien, el aspecto legal debe de completarse con otros aspectos. Uno de ellos es el consenso. Las fuerzas políticas representadas en la Cámara de Diputados deben de tener muy claro cuál es el perfil idóneo de un consejero electoral y que antes que discutir nombres, deberían de ponerse de acuerdo en este perfil también para tratar, hasta donde es humanamente posible, que la designación no responda a fines partidistas sino a personalidades que tengan la confianza cuando menos de los grandes partidos políticos. Esto quiere decir que el consenso va más allá del quórum de votación que señala el orden...

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