Son conflictos examen para Presidentes

AutorAdam Clymer

The New York Times

WASHINGTON.- Aunque las pruebas finales de una Presidencia son el éxito o fracaso de sus grandiosos esfuerzos, los discursos en tiempos de crisis son ritos críticos de aprobación; especialmente aquellos que quieren decir: "Sabemos lo que estamos haciendo. Es difícil. Pero vamos a estar bien". Ronald Reagan se sometió a la prueba varias veces al informar a la nación de las respuestas al terrorismo, pero su momento retórico más destacado pudo ser el del 29 de enero de 1986, poco después de que una nación acostumbrada a volar de manera rutinaria transbordadores espaciales vio estallar en llamas al Challenger. Habló temprano, a las 5 de la tarde, para tener la seguridad de ser escuchado por los niños del país, que sabían que uno de los tripulantes era Christa McAuliffe, maestra de escuela convertida en astronauta. Les habló directamente: "Sé que es difícil comprender que en ocasiones suceden cosas dolorosas como ésta. Todo es parte del proceso de exploración y descubrimiento, todo es parte de aprovechar una oportunidad y extender los horizontes del hombre. El futuro no pertenece a los pusilánimes. Pertenece a los valientes. La tripulación del Challenger nos estaba llevando hacia el futuro, y continuaremos para seguirlos". Terminó poéticamente, citando a John Gillespie Magee Jr., un piloto de la Fuerza Aérea canadiense que murió en un accidente en Spitfire en 1941. Reagan dijo que los astronautas serían recordados "mientras se preparaban para su viaje y decian adiós con la mano y ídejaban los seguros limites de la Tierra para tocar el rostro de Diosí".

John F. Kennedy a menudo se dirigió a un nación preocupada. Ofreció grandiosos discursos sobre Berlín y sobre los derechos civiles.

Pero tuvo un desafío singular el 22 de octubre de 1962. No se trataba de una conmemoración, como el fue el caso del discurso de Bill Clinton después del bombazo de Oklahoma City en 1995. Ni estaba anunciando un curso de acción específico, como hizo el Presidente George Bush padre cuando esbozo el ataque de 1991 contra Iraq. Como lo expresó Bob Shrum, redactor de discursos para destacados demócratas durante tres décadas, la tarea de Kennedy "era no sólo reaccionar, sino definir el evento al cual el país estaba reaccionando". Expuso el problema: los misiles ofensivos soviéticos en Cuba pese a una promesa que el Canciller Andrei Gromyko le había hecho personalmente. Explicó el plan: un bloque de Cuba para suspender la entrega de cualquier equipo...

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