Confían morenistas en militares

AutorAntonio Baranda

Con la expansión territorial de Morena, la militarización de la seguridad pública se acentuó en el País.

De las 11 entidades que ganó el partido en las elecciones de junio, siete atendieron el llamado presidencial y tienen Jefes de Policía que provienen del Ejército o de la Marina.

Además, el Gobernador de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo, quien ganó los comicios bajo las siglas del PT-PVEM, pero es aliado de Morena, también nombró a un mando castrense.

Aunque la designación de los mandos locales es facultad de cada Gobierno, el Presidente Andrés Manuel López Obrador ha pedido que las Fuerzas Armadas palomeen los perfiles.

El 19 de octubre, el Mandatario abiertamente sugirió a las nuevas Gobernadoras y Mandatarios consultar el nombramiento de sus encargados de seguridad con los titulares del Ejército y la Secretaría de Marina.

La finalidad, argumentó entonces López Obrador, es que las Administraciones estatales designen a personas incorruptibles.

"También les recomiendo que consulten tanto al Almirante (Rafael) Ojeda, Secretario de Marina, como al General (Cresencio) Sandoval, para que se tengan personas honestas, íntegras, honestas", dijo.

"Repito, incorruptibles, y que se evite lo que era muy común antes, que la delincuencia tenía el control de las Policías en los estados y en los municipios. Entonces, eso es lo que hago".

Por ejemplo, en Guerrero fue nombrado el Capitán de la Marina, Evelio Méndez Gómez, y en Michoacán el General y ex Comisario de la Guardia Nacional, José Alfredo Ortega Reyes.

En Colima, la seguridad está a cargo del también Capitán Manuel Llerandi Ruiz, y en Sinaloa del Teniente Coronel Cristóbal Castañeda Camarillo.

Baja California Sur encomendó la tarea anticrimen al Capitán Javier López García; mientras que Baja California y Tlaxcala designaron a los marinos Iván Carpio Sánchez y Alfredo Álvarez Valenzuela, respectivamente.

A estas entidades se suman dos (Morelos y Tamaulipas) que ya tenían mandos de origen militar, por lo que suman 10 en todo el País.

El experto en temas de seguridad pública, Carlos Mendoza, considera que la designación de mandos castrenses en los Gobiernos estatales no es una práctica adecuada ni conveniente.

Argumenta que, además de ser instituciones civiles, implica un involucramiento cada vez mayor de las Fuerzas Armadas en diferentes facetas de la vida pública.

"Ya ni siquiera hay un argumento de que va a ser transitorio y que se va a regresar a un mando civil; ahora sólo se consulta a la Defensa o a la Marina (y se hace el nombramiento)", critica.

"Hay una narrativa explícita de extender el control militar de las fuerzas policiales y eso me parece algo muy preocupante", agrega el también académico de la UNAM.

La militarización en el ámbito de la seguridad es definida como el aumento progresivo de la presencia, poder y facultades de las Fuerzas Armadas en tareas propias de la autoridad civil.

Se manifiesta, entre otras cosas, en el uso de efectivos en activo o en retiro para tareas anticrimen y en la "subordinación" de las fuerzas policiales a la autoridad militar.

También en el nombramiento de oficiales militares en puestos clave de la conducción de la seguridad, como Secretarios o jefes de Policía.

Mendoza considera que, más que una sugerencia presidencial, la designación de mandos de las Fuerzas...

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