Confesiones de una escritora Shopaholic

AutorEduardo Molina

NUEVA YORK.- La británica Sophie Kinsella es reconocida alrededor del mundo como una de las principales escritoras exponentes del denominado género "chick-lit".

Este tipo de libros van dirigidos a mujeres, principalmente en el mundo laboral, veinteañeras y treintañeras, que a veces andan en busca del amor y cuyas historias son manejadas con humor. En el slang estadounidense, "chick" equivale a chica y "lit" a literatura.

Pero la autora del best seller "Confessions of a Shopaholic", que ya se convirtió en una saga de cinco entregas, prefiere llamar a su obra de otra forma.

"Prefiero que se refieran a ella como literatura ingeniosa, término que una vez vi en una librería americana. Yo no me veo como una autora que escribe literatura para mujeres, sino como una autora que escribe comedia universal protagonizada por mujeres", explica en una suite del Hotel Ritz.

Que sus libros sean considerados de esa forma no provoca problemas para Kinsella, quien con el personaje de la endeudada periodista Rebecca Bloomwood -siempre en bancarrota- tocó fibras en millones de mujeres y ahora está en la pantalla grande en el filme "Loca por las Compras".

La comedia en libro

"Confessions..." fue el primer libro con el que Madeleine Wickham empezó a usar el seudónimo de Sophie Kinsella, pese a que ya era una autora publicada en Gran Bretaña con su verdadero nombre y con títulos como "Copas para Tres" y "¿Cómo Vamos a Dormir?".

"Había escrito otros libros antes que tenían drama y humor, pero no eran comedias. Cuando pensé en esta historia sabía que quería otro estilo, que fuera muy ágil, actual y cómico, y mis lectores estaban acostumbrados a otra cosa, no quería desconcertarlos. Tu nombre se convierte en una especie de marca", recuerda.

Lo hizo con su seudónimo, ya que no sabía si a la editorial le iba a gustar un libro sobre compras. A la distancia fue una buena idea que ya ha vendido más de 11 millones de ejemplares a nivel mundial... Antes del estreno de la película.

El conflicto de endeudarse

Para Kinsella, el conflicto en el que se mete su personaje, de endeudarse con la tarjeta de crédito, es universal, más aún en nuestros días, y no depende de un estrato social particular.

"La gente tiene siglos comprando. Si leen a Jane Austen los personajes compran listones para sus sombreros y se emocionan con eso. Decir que es para un estrato de la sociedad es equivocado ya que todos compran en cierto grado, y todos se salen a veces de su presupuesto", agrega la...

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