Condena mexicana

AutorSilvia Cherem S.

Escribe Andrés Oppenheimer en su Informe que la ventaja de Steve Jobs fue nacer en un país que premia la innovación. Especuló que seguramente en una nación latinoamericana Jobs no hubiera podido crecer por los engorrosos procedimientos legales que obstaculizan el talento creativo y reprimen la voluntad de innovación. Sin saberlo, Oppenheimer aludió a la lamentable odisea que padeció Ruddy Laddaga, creador de U-Tour, con las autoridades mexicanas.

En febrero de 2008, feliz con su producto interactivo terminado para la zona de Palenque, buscó una cita en las oficinas regionales del INAH, en Chiapas. Emiliano Gallaga, director de zona, amablemente le indicó que Palenque no está adscrito a Chiapas, sino a Tabasco, y que además ese asunto tendría que resolverse en México, porque "la Ley del INAH es de 1968 y no contempla contenidos electrónicos". Consiguió dos citas: con Enrique Serrano, entonces director de Procedimientos y Servicios Informáticos del INAH, y con Pedro Fuentes, director de Desarrollo Institucional.

Fuentes cerró las puertas: "ya tenemos audioguías". No quiso escuchar. Con un "no me hagas perder mi tiempo", seguido de un "no vas a entrar", según cuenta Laddaga, se terminó el encuentro. Serrano se entusiasmó: "No sabes cuánto me serviría la información estadística de los usuarios que me ofreces, hoy no sabemos nada del visitante"; pero añadió: "si Pedro (Fuentes) dice que no entras, no hay nada que hacer".

Buscó entonces a Alfonso de María y Campos, director del INAH, pero resultó imposible concertar una cita. Cada llamada o correo electrónico concluía en la puerta de Fuentes.

Incapaz de darse por vencido, acudió con Juan Antonio Ferrer, director del sitio arqueológico de Palenque, simplemente para pedirle que le cobrara una renta. Se topó con la misma esquina ciega: "Yo no puedo dar permiso, tiene que venir de Fuentes". "Pero aquí hay decenas de ambulantes, montones de guías que se mueven por la libre...", replicó. "Con ellos no me puedo meter".

Con los sitios arqueológicos cerrados, el Plan B fue abrirse camino en los museos. La directora del Palacio de Bellas Artes, Roxana Velázquez, le consiguió un encuentro con el historiador César Moheno, coordinador de asesores de la presidencia de Conaculta. "¿Cuánto cuesta?", preguntó. "Nada. Nosotros invertimos, producimos contenidos y operamos. A cambio, les pagamos a ustedes un porcentaje de lo recaudado y les proporcionamos información puntual de los visitantes a fin de ir elaborando...

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