Concluye en SCJN una etapa histórica

AutorVíctor Fuentes

Los ministros Juventino Castro y José Vicente Aguinaco se despidieron ayer de la Suprema Corte de Justicia, y con ello pusieron fin al periodo de estabilidad más largo en la historia del máximo tribunal.

En una sesión solemne que reunió a la cúpula de la justicia federal, Castro, de 85 años de edad, urgió a establecer juicios orales, reformar la Ley de Amparo y otorgar presupuesto fijo al Poder Judicial, y pidió a los otros Poderes no despreciar la nueva consulta nacional de la Corte para cambiar el sistema de justicia.

El guanajuatense Aguinaco, de 84 años y siempre más parco en sus dichos que Castro, se limitó a plantear la dificultad de conciliar los intereses de la justicia estatal con los de la justicia federal.

La despedida cerró una etapa inédita en la historia de la Corte, que durante nueve años tuvo a los mismos once integrantes; este escenario ya no podrá repetirse, pues de ahora en adelante habrá relevos permanentes bianuales conforme los nuevos ministros completen sus periodos de quince años.

"Quienes vengan a sustituir tendrán que generar sus propios lugares", advirtió el ministro Guillermo Ortiz Mayagoitia, quien al igual que José de Jesús Gudiño, estuvo cerca de las lágrimas.

Ante consejeros de la judicatura, magistrados electorales y de circuito, ex ministros y parientes de los homenajeados, todos los miembros de la Corte hicieron uso de la palabra y elogiaron a sus colegas, con excepción de Genaro Góngora, quien no asistió al evento.

Castro y Aguinaco serán los primeros ministros que se jubilen bajo el régimen previsto a partir de 1995 en la Ley Orgánica del Poder Judicial, por lo que durante los primeros dos años de su retiro tendrán derecho a cobrar lo mismo que los ministros en activo, es decir, 238 mil pesos netos mensuales.

Pasados los primeros dos años y durante el resto de su vida, ambos ex ministros recibirán el 80 por ciento del monto anterior, y cuando mueran sus viudas tendrán derecho a la mitad de esa cifra.

Ayer, antes de los discursos, fue exhibido un video con una breve semblanza biográfica que omitió dos momentos clave en la carrera de los ministros. De Aguinaco, su litigio como abogado de los bancos contra la expropiación de 1982; de Castro, la investigación de la matanza de Aguas Blancas en 1996.

El discurso de Castro duró el doble que el de Aguinaco, y terminó en una nota particularmente emotiva, al afirmar el ministro que nada hubiera podido hacer sin el apoyo y la inspiración que le ha dado su esposa...

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