Conciben film noir con toque tropical

AutorErika P. Bucio

En Los minutos negros (2006), primera novela de Martín Solares, el personaje del "Macetón" Cabrera es un policía incorruptible a quien las pesquisas por el asesinato de un periodista conducen al homicidio de jovencitas ocurrido décadas atrás y la misteriosa desaparición de Vicente Rangel, un policía honrado.

En su adaptación al cine por el director Mario Muñoz, el Macetón es apenas un novato, interesado en ingresar a las filas de la Policía de Paracuán y se vuelve la sombra de Rangel, ex músico de Rigo Tovar, a cargo de investigar el asesinato de adolescentes en los años 70 en un enclave petrolero en el Golfo de México, donde se entrecruzan la corrupción, la pedofilia, el narcotráfico y el sindicalismo charro.

Más de una década ha pasado desde que Muñoz se interesara por llevar al cine la novela de Solares, escrita en secreto por su autor mientras cuidaba de las obras de otros como editor. Al mes de llegar a las mesas de novedades, recibió la llamada de su editorial con la noticia de que un director quería llevarla al cine.

Muñoz invitó a Solares a una proyección privada de Bajo la sal (2008), su ópera prima, también dentro del género negro. Lo que vio en pantalla le pareció tan brillante que si el cineasta era capaz de lograr con el Golfo de México lo mismo que con los paisajes y la gente de Baja California ponía la novela a su disposición, una obra finalista del Premio Rómulo Gallegos 2007.

Una decisión que significó la incursión de Solares en el guionismo. Trabajaron al alimón el director y el escritor para el guion de la película estrenada en el Festival Internacional de Cine de Morelia.

El reto, dice Solares, era que el "lector no extrañara nada de la novela", contar lo más esencial del libro en una hora y 40 minutos. Un proceso que describe como meter su novela a una "olla artística de altísima presión", cuando creía que era imposible quitarle una sola frase. Le fueron recortando tiempos, capítulos y personajes, o bien, fundiendo unos personajes con otros hasta quedarse con lo esencial, los mejores y bien intencionados, y con los más grandes canallas como el Travolta, un policía corrupto, más preocupado por enterrar el caso de las adolescentes asesinadas que por esclarecerlo.

"Ahí está capturada la parte más intensa de mi novela, no hay una frase que de tregua desde que aparece el 'Macetón' Cabrera en pantalla, no le damos un segundo de respiración al espectador", afirma...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR