Medios de comunicación y procuración e impartición de justicia

AutorJosé Alberto Saíd Ramírez.
CargoEs Licenciado en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México

Es Licenciado en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México, donde se tituló con mención honorífica en 1988. En 1989 recibió la "Medalla al Mérito Universitario, Gabino Barreda" otorgada por la UNAM.

Es Doctor en Derecho por la Universidad Panamericana, habiendo obtenido igualmente la mención honorífica en el 2003.

Se desempeñó como profesor en la UNAM de 1989 a 1995 y en la Universidad Panamericana de 1996 a la fecha de las materias Teoría del Proceso y Derecho Procesal Civil. Es profesor de la especialidad de Derecho Procesal Civil en la Universidad Panamericana campus Guadalajara y en la maestría de Derecho Procesal Constitucional en la Universidad Panamericana.

Escribió el texto "El caso de la familia Beteta (1630-1998)" por el cual ingresó a diversas academias de genealogía e historia de Iberoamérica. Es autor de los libros Los Alegatos, Auditoria Legal y coautor del libro Teoría General del Proceso. Tiene publicados más de 60 artículos y ensayos sobre diversos temas jurídicos.

Es Director Jurídico de la Fundación Internacional Mokichi Okada Asociación en México, asimismo es miembro del Consejo Editorial de la Revista ARS IURIS de la Universidad Panamericana, miembro de la Cofradía Internacional de Investigadores de Toledo, Presidente del Colegio Nacional de Profesores de Derecho Procesal "Dr. Cipriano Gómez Lara" y también se desempeña como asociado del despacho jurídico "Lex, S.C. Consultores y Procuradores Legales"

I - Generalidades

El tema al que aludiré se le comienza a llamar en los últimos tiempos justicia mediática y hay que decir se halla relacionado con otros aspectos sociales, éticos y jurídicos, todos muy en boga, como son: La justicia transparente y su antítesis, la opacidad en la justicia; acceso a la información judicial; opinión pública; independencia judicial; códigos de ética (de los medios de comunicación, del poder judicial, del poder legislativo, de los abogados); el derecho a la información de los gobernados; el derecho a la intimidad; y el daño moral. Todos son temas conexos que pueden estar unidos por un común denominador: la participación de los medios de comunicación en la procuración e impartición de justicia.

El tema genérico (y los subtemas o aspectos específicos) son de una gran actualidad y como en muchos casos históricos, primero sucedió el hecho social y después ha venido la reflexión académica, salvo que esta última la hubiera realizado con antelación algún visionario de lo jurídico-procesal; que existen desde luego. Hay quien se adelanta a su tiempo: "aves raras" pero en latín llamaban a estas personas nuestros abuelos.

Este asunto de justicia y representación mediática lo he tratado de abordar con optimismo (propensión de ver las cosas y en general la vida individual y social en su aspecto más favorable) pero desgraciadamente, en mi actividad de lector o como hommo videns para emplear el término acuñado por Giovanni Sartori, me encuentro con casos concretos que me enfrían el dicho optimismo.

Pongo sólo dos ejemplos, relativamente recientes de estas "piedrillas" en el camino.

  1. Declaración del periodista, conductor eventual de "Hechos", noticiero de T.V. Azteca del 22 de abril de 2004, frente a la iniciativa de reformas a la Justicia Penal Federal propuesta ante el Senado de la República por el Ejecutivo Federal

¿Qué les parece esta reforma del juicio oral? 1Es muy interesante.

Así, ya se parecerían más los juicios, a lo que vemos en las películas y las telenovelas.

De esta pequeña declaración podemos sacar algunas conclusiones. La más importante es la falta de una especialidad periodística relacionada con lo jurídico en general, y lo jurídico procesal en especial, que es urgente, pues de otra forma se tiende a disminuir la cultura jurídica del gran público con semejantes asertos. Estoy conciente del antiguo dicho "que de un ejemplo no puede sacarse un argumento", pero me cobijo y arropo en su contradicho: "para muestra basta un botón".

Va otro caso.

b) Declaración en La Revista (publicación semanal del Universal Multimedia S.A. de C.V. con una circulación de 160,300 ejemplares, distribuidos en los tiros completos de los diarios EL UNIVERSAL, PULSO DE SAN LUIS Y VANGUARDIA DE SALTILLO y para los suscriptores de El INFORMADOR DE GUADALAJARA), de fecha 12 de abril de 2004, por Patty Chapoy en entrevista con Raúl Tornero:

Pregunta: ¿Y si Ventaneando (programa de crítica del mundo del espectáculo) se constituye como el Nuevo Poder Judicial?

Respuesta: Sería fantástico, por la libertad de expresión. No hay censura.

Vienen ante semejantes despropósitos a nuestra mente muchos adjetivos: ignorancia supina, desparpajo y hasta paranoia. Todos se quedan cortos. En un ejercicio de memoria de cualquiera de los presentes estoy cierto que surgen muchos ejemplos análogos o peores. Pues en esto de poblar casuísticamente el tema que nos ocupa es tarea, en verdad, muy sencilla (por desagracia).

El equilibrio

No pretendo decir que todas las intervenciones mediáticas sean insanas o incorrectas. Tampoco pienso que en tiempos de democracia y avances sociales no se pueda juzgar la actuación por los medios de comunicación de las procuradurías o el poder judicial. Hay casos -se dan- en que es gracias a la intervención de los mass media que se cumplen valores esenciales en la procuración e impartición de justicia como la legalidad.

Llamo simplemente la atención al cómo se debe hacer el juzgamiento mediático en un plano más o menos ideal.

Una de las peores posturas es ignorar la existencia de este rostro de la justicia. ¿Cerrar los ojos? No, al contrario hay que abrirlos para mirar críticamente y no sólo ver en forma gregaria. El asunto es antiguo pero se ha renovado por la consolidación y presencia de los medios de comunicación en países democráticos donde se perfilan a ser comunes -los juzgamientos mediáticos- y no una simple moda o momento de interés. Es claro que dentro del universo jurídico son los menos los pleitos y averiguaciones previas de interés mediático, pero en el fondo lo que está en juego es la cultura jurídica del gran auditorio, quien tiene como principal vía y nutrimento de su saber jurídico a los medios de comunicación.

Insisto, el problema de la participación de los mass media en asuntos relacionados con la justicia y su diario quehacer, no es de eliminación -propuesta ingenua y totalitarista- sino de perfeccionamiento. Es justamente este camino el que los invito a recorrer y analizar así sea en volandas. Son pocos de los muchos vértices de la representación mediática jurídica procesal.

II - Algunas de las características de los medios según el Dr. Jorge Carpizo

Uno de los estudiosos del tema -e incluso actor inmerso en la justicia mediática- es sin duda, el Dr. Jorge Carpizo Mac-Gregor. A él lo sigo en un valioso opúsculo titulado "Los medios de comunicación masiva y el estado de derecho, la democracia, la política y la ética2 ".

Uno de sus rasgos -según el autor en consulta- es la antidemocracia que existe al interior de muchos de los medios. Así, en larga pero ilustrativa cita, sostiene3 :

Los medios compiten con las iglesias en poseer una estructura piramidal...

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